Sin embargo, fuentes diplomáticas europeas y de Medio Oriente mantienen cautela, y persiste la necesidad de definir los mecanismos de verificación y el rol de actores externos en la implementación del alto al fuego
Este lunes, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó a través de su red social Truth Social que Israel e Irán han acordado un “alto el fuego total” que comenzará en unas seis horas, seguido por una tregua de 12 horas que, según él, marcará el fin de la guerra que dura ya 12 días.
Según el comunicado de Trump, Irán dará inicio al cese de hostilidades y, 12 horas más tarde, lo hará Israel. Tras cumplirse ese período, “la guerra será considerada finalizada”. El anuncio, sin embargo, carece de confirmación oficial tanto del gobierno israelí como del iraní, lo que deja vigente la incertidumbre sobre su cumplimiento.
Durante las últimas semanas, las partes protagonizaron un intercambio intenso de ataques. Estados Unidos bombardeó instalaciones nucleares iraníes, lo que provocó que Irán respondiera con misiles y drones contra bases estadounidenses en Oriente Medio. También se registraron bombardeos directos de Israel sobre objetivos en Teherán y de Irán contra Israel.
El anuncio generó una reacción inmediata en los mercados: los precios del petróleo cayeron hasta un 7?%, mientras las bolsas globales mostraron signo positivo por la expectativa de estabilización en la región.
Sin embargo, fuentes diplomáticas europeas y de Medio Oriente mantienen cautela, y persiste la necesidad de definir los mecanismos de verificación y el rol de actores externos en la implementación del alto al fuego
Mientras tanto, la comunidad internacional —incluyendo Naciones Unidas, Rusia y Francia— llamó a la moderación y al diálogo para consolidar un acuerdo duradero en Medio Oriente. En este contexto, queda por ver si el anuncio de Trump derivará en una tregua real o será apenas un paso inicial en un proceso de negociación más complejo.