Si bien el mismo gobernador admitió que ante el avance del coronavirus en Mendoza evaluaba cerrar restoranes, luego de algunas quejas del sector gastronómico, podría aplicarse un cierre parcial. Es decir se podrían habilitar a aquellos locales que tengan mesas en terrazas o veredas, para que en la próxima etapa pudieran mantener ese sector abierto.

“Lo que hemos propuesto es que en función de la cantidad de contagios, se pueda mantener la apertura de al menos esos locales que tienen sectores abiertos como terrazas o veredas. Pasa que con la modalidad del pase y lleve sólo se llega al 10% de las ventas, y eso se cubre con el 25% del personal, pero si abrís tenés que costear el pago del 100% del personal, lo que supone una gran pérdida económica”, sintetizó el presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómico, Fernando Barbera. 

El pedido de los empresarios gastronómicos podría contemplarse en el decreto que establece cómo sigue la nueva cuarentena en Mendoza según admitieron desde el cuarto piso de Casa de Gobierno. Es que el sector gastronómico se autopercibe como uno de los más golpeados por la crisis que estableció la cuarentena y ante un nuevo cierre también volvieron a insistir con recibir algún beneficio impositivo. 

En el reclamo piden rebajas en los tributos nacionales como son el IVA y los impuestos patronales, pero también habrían mantenido charlas con el ministro de Hacienda de la provincia, Lisandro Nieri, para obtener rebajas en el Impuesto Inmobiliairio e incluso en Ingresos Brutos.