La publicación del nuevo DNU del Gobierno nacional tuvo en vilo a los distintos rubros de la provincia de Mendoza ante la posibilidad de retroceder a Fase 1, en contexto de pandemia por el Covid-19. 

Tras la multitudinaria marcha realizada en distintos puntos del país, Fernando Barbera – titular de la Asociación de Gastronómicos y Hoteleros de Mendoza – habló en Aurora 91.3. 

“Con muchos nervios porque por un lado estaba la noticia de la posibilidad de que nos volvieran a cerrar; la actividad gastronómica está trabajando al 50%, al menos podemos mantener los puestos de trabajo. Y por otro lado, desde la Asociación la preocupación es que ya no podíamos contener a las empresas porque la mayoría decía “yo igual voy a abrir”, que es lo que ha pasado en otras ciudades del país, se han mantenido más allá del decreto”, señaló Barbera en Primera mañana. 

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“La situación es de mucha angustia, porque por un lado cada uno de los gastronómicos siente que va a perder todo el trabajo de su vida, que van a cerrar sus negocios porque queda muy poco resto, y por otro lado entendemos el miedo que tienen algunos respecto de los contagios. Tenemos que aprender a convivir con el virus, que no haya contagios es imposible. Pero tenemos que entender las dos partes, el deseo de trabajar y el miedo al virus. Esto va a ser una cuestión larga, no podemos pensar que cerrando todo vamos a solucionar el problema”, analizó. 

Además, explicó que “el hecho de no trabajar con todo el potencial del negocio hace que estemos debajo del punto de equilibrio, por eso lo que solicitamos hace tiempo es estirar el horario para poder trabajar un poquito más de noche”. Lo que proponen es que el horario sea los fines de semana hasta la 1 y de lunes a miércoles hasta las 12. 

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 Barbera dejó algunos números preocupantes: “Según el relevamiento que ha hecho el sindicato, cerró un 40% de los negocios gastronómicos”. 

Respecto de la posibilidad de reducir las tarifas en la temporada de verano, pensando en el turismo interno, indicó: “Las tarifas las manejan los negocios. Lo que estamos viendo es que los negocios de lujo, sabiendo que no hay turismo internacional que pague en dólares, están adecuando sus tarifas a los pesos. Se va a ver una reducción grande de tarifas”. 

Y cerró: “Lo que hay que apuntar no es a prohibir, sino al cuidado. Lo que vi ayer es que la gente decía ´yo abro, si cierro no puedo volver a abrir las puertas´”. 

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