En el mismo lugar se expande la cadena familiar de Del Monte Lomos. Además acaba de inaugurar otro en el Barrio Bombal. Un emprendimiento que empezó con un pequeño espacio en Guaymallén y hoy funciona como modelo de negocio familiar que se expande por Mendoza.
Hace cuatro años, en noviembre de 2016, abrió el primer local de Del Monte Lomos, en Remedios de Escalada 2525, Dorrego, con un perfil bien familiar y en la misma casa donde vivían sus dueños: Ricardo Monte Avaro, su esposa Adrian, y sus hijos Leandro, Agustina y Manuela. Ese fue el puntapié inicial para que el emprendimiento tomara vuelo y llevara su secreto (los lomos a las brasas) a Chacras de Coria (Viamonte 5176) y al Bombal (Almirante Brown 1875). Ahora, en pocos días abrirá un mega local, en el mismo predio donde funcionó durante 21 años el tradicional Tacobar que cerró el 28 de noviembre.
El secreto de la expansión de este negocio tiene mucho que ver con la calidad del producto, basado en su gusto casero, abundante, fresco y sabroso. Para muchos mendocinos, es el mejor lomito que han probado en su vida. Y no hay propaganda más efectiva que el “boca en boca”, cuentan sus dueños a días de haber abierto la sucursal Bombal y palpitando el segundo y enorme espacio en Chacras.
“Empezamos muy de abajo, de la nada, y por una propuesta de mi hijo Leandro, que me dio la idea de empezar a vender los lomitos que yo hacía para los amigos de él y para los más conocidos en mi casa, porque todo era muy familiar. Yo los cocinaba los fines de semana, cuando se juntaban todos y de a poco empezamos a comprar maquinarias para elaborar el pan, arreglamos la casa que era de adobe y así empezamos con el local de Dorrego”, recuerda Ricardo, que estuvo 8 años en Chile al frente de un emprendimiento frutihortícola y que luego vendió todo para dedicarse al rubro gastronómico e instalarse otra vez en Mendoza.
Un detalle que ayudó a difundirse en las redes, fue que muchos clientes se sacaban selfies con el pan que tiene marcado a fuego, el nombre de la casa: Del Monte.
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