El Dr. Sergio Saracco explicó esta mutación detectada en el Reino Unido. Además, habló sobre las vacunas, la inmunidad y cómo debe tratar Argentina la llegada de la segunda ola.
Una nueva cepa del coronavirus detectada en el Reino Unido mantiene la alerta mundial por su alto nivel de propagación: se transmite un 70% más rápido que la original, aunque no hay indicios de que sea más mortífera ni inmune a las vacunas.
El médico especializado en Toxicología Sergio Saracco habló en Aurora 91.3 y explicó esta situación: “Al tratarse del responsable de la pandemia actual que estamos viviendo, tiene la característica de que permanentemente va produciendo cambios, mutaciones a nivel de su genoma, como con otros virus. Estas mutaciones nos son tan rápidas o drásticas como en el caso de la gripe”.
“Hay distintos laboratorios que analizan estos cambios. En el Reino Unido ya se habían detectado más de 4 mil cambios en el virus. El hecho es que, dentro de todos estos cambios que se detectaron, hay algunos particulares que se han producido a nivel de la proteína que usa el virus para ingresar a nuestras células. Al ir haciendo este seguimiento han notado que este cambio ha empezado a ser prevalente: los nuevos casos que están apareciendo están dentro de esta nueva cepa que, afortunadamente, no es más grave ni más patogénica, pero sí parece que es más transmisible, lo que genera más casos y mayor ocupación de los hospitales”, detalló Saracco, miembro del Comité Científico de la Asociación Toxicológica Argentina y Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental.
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Afortunadamente, “los cambios que existen hasta ahora en esta proteína específica no estaría modificando la respuesta inmunológica que genera la vacuna”.
“La vacuna, a través de su estructura, le produce al organismo el antígeno; al ingresar la proteína al cuerpo se pone en marcha una respuesta inmunológica generando los anticuerpos para que, si en otra oportunidad vuelve a ingresar esta proteína, haya una respuesta inmunológica rápida que lo frene y ataque”, señaló Saracco en Primera mañana.
“Con este virus, al igual que con el de la gripe, se está haciendo un seguimiento: si hay un cambio significativo se harán las modificaciones necesarias para que sea efectiva. Sin lugar a dudas se va a producir en algún momento, porque es propio de un virus”, agregó.
También hizo referencia a la inmunidad en aquellos que ya padecieron la enfermedad: “Hoy la evidencia muestra que puede haber reinfecciones. Recién estamos teniendo casi un año desde que apareció el primer caso, sólo el tiempo dirá cuánto dura la inmunidad, no hay otra forma. Va a depender de la respuesta inmunológica de cada persona”.
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“Tenemos que cuidarnos con tres elementos que son básicos: la distancia entre las personas, preferir espacios abiertos, ventilados, y el uso permanente y correcto del barbijo siempre que estoy enfrente de otra persona. La vacuna lo que hace es generar una mejor respuesta al organismo que la propia enfermedad”, recordó y añadió: “Las vacunas no evitan el contagio, pero quienes la han recibido no han necesitado internación ni han fallecido”.
“Los cuidados tendrán que seguir. Tener esa falsa sensación de que “a mí no me va a pasar” es un error, este virus nos ha sorprendido por cómo responde, las características cambiantes. El mejor consejo es que hay que cuidarse hasta que podamos saber cómo se comporta este nuevo virus y los cambios que pueden existir. Generalmente estos cambios lo hacen menos agresivo”, expresó.
Sobre la segunda ola, manifestó que “es propia de los comportamientos virales, generalmente en todas las situaciones de epidemia se genera esta segunda e incluso hasta una tercera ola, es algo natural. Chile tiene un testeo permanente, que es lo que hay que hacer: hace más de 50 mil testeos diarios: si uno busca, puede tener un mejor panorama de la situación epidemiológica”.
“El criterio mundial es que esto tiene que ser regionalizado de acuerdo al comportamiento que va teniendo cada región. Hay zonas que se deben aislar y hay zonas que pueden mantener su actividad en otro ritmo. Esto permite que tenga un menor impacto en lo socio económico”, analizó.
Y cerró: “Se debería tratar de iniciar las clases donde el estado epidemiológico lo permita, con ciertos criterios: mantener las ventanas abiertas, ver la cantidad de alumnos por curso. Habrá regiones con actividad normal de clases, en otras más regulado y en otras tendrán que estar suspendidas por un tiempo. No puede haber una línea directa para un país tan extenso, esto se tiene que ir estudiando región por región”.
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