Durante una ronda de controles, agentes municipales detectaron dos locales céntricos en clara infracción de las restricciones vigentes. Ante esta situación, procedieron a la clausura de ambos establecimientos.

Minutos después de las 00:00 del sábado, inspectores municipales detectaron música proveniente del interior de un bar de la calle Lavalle. El lugar tenía las persianas bajas y albergaba a once personas en su interior. Cabe recordar que los festejos y las reuniones sociales de esta clase no se encuentran autorizados. Por tal motivo, se dio curso a la clausura del negocio.

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A la 1:30 de este sábado, agentes inspeccionaron un restaurante de la calle San Juan. Pese a que en ese horario ya regía la alerta sanitaria, en el local había treinta personas consumiendo. Ello motivó al personal de la comuna a clausurar el establecimiento. Los inspectores debieron esperar aproximadamente una hora a que abrieran las puertas. Al momento de salir, los asistentes intentaron escapar corriendo. Hubo golpes de puño, insultos y agresiones al personal policial y municipal, y a los inspectores de Diversión Nocturna. Debido a ello, se hizo uso de la fuerza pública y se aprehendió a un individuo.