La banda está sindicada por un golpe en el barrio Matheu, donde sustrajeron varias armas de fuego, dólares y otros elementos de valor.
Este sábado, las fuerzas policiales de la provincia dieron con una banda de pseudo uniformados que llevaba desde principios de año siendo buscada por múltiples delitos y por posesión de gran cantidad de armas de fuego, entre otras infracciones.
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Diversos golpes se perpetraron bajo la misma modalidad: sujetos irrumpían en domicilios con vestimentas símiles a las de la fuerza y simulaban un allanamiento para sustraer dinero, armas y hasta plantas de marihuana.
Uno de los últimos casos que se registraron, ocurrido en junio en el barrio Matheu, puso en alerta a los detectives porque los malvivientes se hicieron con un poderoso arsenal entre los que había rifles, pistolas y un subfusil, entre otros.
Tras más de cinco meses de investigación, personal de la División Robos y Hurtos desbarató una base de la gavilla en Guaymallén, donde dieron con una importante cantidad de armas, chalecos y municiones ocultas bajo tierra, en el interior de una heladera.
Bajo las directivas de la fiscal Florencia Díaz Peralta, se desarrolló una medida judicial en un domicilio de calles Tomás Guido y José Hernández, en El Bermejo.
En el lugar fue aprehendido un joven, identificado como Ulises Nicolás Arce Collao (28), quien se encontraba a cargo del cuidado de la propiedad. Quedó a disposición de la Justicia, que deberá determinar si cumplía algún papel dentro de la organización delictiva.
En tanto, un sector del terreno se detectó que los malvivientes tenían enterrada una heladera, la cual ocultaba en su interior un arsenal.
Las fuentes policiales detallaron que se incautaron dos rifles semiautomáticos calibre 22; un fusil semiautomático calibre 7,62 y una pistola ametralladora FMK3 de 9 milímetros, que solía ser utilizada por la Policía local y las Fuerzas Armadas.
A eso se sumaron nueve cargadores del subfusil 7,62; seis de 9mm; cinco sin numeración visible; otros dos cargadores calibre 11,25; tres marca Batan 54 y el último calibre 22, marca Bersa.
También fueron parte del secuestro más 6 mil municiones: 2100 de calibre 9 milímetros; 2785 de 22mm; 1250 de 7,62 y el resto lo completaron decenas de proyectiles de calibres 308, 12.60 y 11,25, consta en el procedimiento.
Por último se hallaron dos chalecos con inscripciones de AFIP-Aduana; un quepi azul con la escarapela al frente; una gorra del Servicio Penitenciario, una tricota azul sin inscripción y un buzo Nike negro, con capucha.