Dayana López vivía en el Barrio Sueños de María, un loteo cercano a la rotonda de El Challao, que se va poblando de viviendas. Tenía 29 años y trabajaba de celadora en la escuela Arístides Villanueva. Tras el accidente que le costó la vida, deja a dos hijos, uno de siete y otro de doce, que presenta trastorno del espectro autista.

Su hermana, Gisel, brindó su testimonio tras la trágica noche que vivió su familia: "Fue cerca de las diez, ella salía a hacer ejercicio todas las noches con sus amigos y siempre se sentaban un rato. Hay un pimiento y un poste de luz así que no estaba oscuro. Siempre buscaban ese lugar".

Dayana, Pablo, el otro chico fallecido y Andrea, que quedó herida, se conocían desde que empezaron a edificar en sus lotes, sus casas estaban juntas y eran los tres amigos. En noviembre Dayana había empezado a vivir en su casa.

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"A las once y media me llamó mi mamá que una vecina le había dicho que había pasado algo grave. Cuando llego al lugar me encuentro con la policía, el auto y me dicen que mi hermana estaba con el chico. La policía no me dejaba ver si era mi hermana la que estaba debajo del auto" añadió la mujer.

Gisel desconoce los detalles del accidente pero lo reconstruye de acuerdo a lo que le contaron los testigos: "Todos lo que escuchamos lo escuchamos de testimonios por la radio. El auto venía por Champagnat cuando hace la rotonda, esquiva la moto y se lleva puesto a los chicos. Mi hermana y Pablo fallecieron en el acto porque quedan incrustados entre el pimiento y el auto".

La hermana de la chica fallecida recalcó que ni el comisario ni el fiscal se comunicó con su familia: "Me tuve que instalar en la oficina del forense para que a las cinco de la mañana me dejara identificar a mi hermana porque nadie me decía nada".