Los familiares se hicieron presentes en el Poder Judicial en reclamo por la salida de la monja tras cinco años de prisión preventiva.
Este viernes la justicia decidió que la monja Kosaka Kumiko, acusada de encubrir y enviar niños a los curas sentenciados por abuso sexual en el Próvolo, cumplirá su proceso judicial en libertad. Ante esto, los familiares de las víctimas se autoconvocaron en las afueras del Polo Judicial.
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Esta decisión no exime a la monja de sus cargos, sino que el proceso seguirá de igual manera, pero con la acusada en libertad, ya que se venció el plazo de la prisión domiciliaria.
"Hace tiempo venimos anunciando los largos plazos procesales que nos llevaron a esto y ahora tenemos esta triste noticia para todas las víctimas del Próvolo. Pedimos a los jueces que revean la causa, piensen en las víctimas y familiares", explicó Ariel, el padre de una de las víctimas, en conversación con Aurora 91.3.
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En tanto, aclaró que "no tienen culpa" de que no se haya llevado a cabo el juicio a lo largo de cinco años y apuntó contra la Iglesia Católica: "Pusieron 18 abogados para defender a esta encubridora en un caso que fue sentenciado por la Corte. Estiran tanto el tiempo procesal que llegamos a esto".
"Hay una excepción por la cual podría continuar con prisión domiciliaria, pero eso lo tendrán que ver los jueces. Estamos acá para que se haga justicia. Mi hija fue víctima en el caso Próvolo y pedimos justicia. No hemos convocado a una marcha general porque fue muy reciente, pero me hago presente por mi hija y mi señora", culminó.
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