Según una investigación de la Dirección General de Escuelas, los niveles de ausentismo alcanzan el 13% en las instituciones públicas. Se elaborará un plan para mantener los chicos en las aulas.
La próxima semana, La DGE presentará un informe, basado en datos normalizados del sistema Gestión Educativa Mendoza (GEM) y elaborado por el especialista en educación Alejandro Ganimian, para intentar reducir las inasistencias a clase.
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Radio Aurora habló con Romina Durán, directora de calidad educativa, quien explicó cómo funcionará la prueba piloto que comenzará a gran escala en el segundo semestre del año.
Para dicha investigación, contó que los datos extraídos del GEM son del 2019, es decir, sin tener en cuenta las complicaciones propias de la pandemia. Esta se centra en cuatro puntos principales: cuándo se ausentan los estudiantes, cuántas faltas tienen, en qué escuelas se producen la mayor cantidad de inasistencias y qué sucede con ellas.
El objetivo de la investigación es poner énfasis en el ausentismo y hacer un análisis que permita tener evidencia para después pensar en cómo proceder y cuáles políticas optar para poder prevenirlo. Ya que, en promedio, los chicos tienen 24 ausencias anuales, se pierden el 13% del calendario escolar, o traducido de otra manera, equivale a 121 horas sin clases. Sin duda un impacto bastante grande.
La investigación arrojó que la mayor cantidad de faltas se producen en áreas marginales, ya sea por falta de recursos o simplemente porque pueden tener dificultades en el traslado. También, ocurren en mayor medida en el sector público, sobre el privado y que aumentan cuando se acerca el fin de semana, los feriados o el receso invernal.
Otro dato a tener en cuanta es que los chicos que tiene bajo rendimiento están asociados a las inasistencias, esto es importante porque se tiene que determinar si las ausencias generan un bajo rendimiento o si el bajo rendimiento incita a faltar a clases.
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Para esto, hay dos trabajos distintos que se realizarán. El primero va dirigido a un grupo particular, elegidos de forma aleatoria. Se les informa a los padres la cantidad de inasistencia que tienen sus hijos en los últimos 15 días y el acumulado en el año. Y el segundo, a otro grupo de padres, va a llegarles mensajes antes de estos periodos en el que los chicos faltan, es decir, antes de los días viernes y feriados para motivar que los chicos asistan a clases.
La idea es ver que tipo de información tiene mejor receptividad por parte de los padres y ver si tiene un logro en la disminución en las ausencias. Si esto no ha logrado mejorar el índice de inasistencia, una vez evaluado el proceso, se verá si se insiste o no por el mismo camino.
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