El cadáver de Carla Agostina Trigo fue encontrado este miércoles en calle Robert y Carril Norte, de San Martín.

La joven madre de 22 años desapareció la noche del domingo cuando fue reunirse con un hombre que le ofreció trabajo de niñera.

El cadaver estaba en el sector trasero de un galpón abandonado con una herida de arma blanca en la espalda, a la altura de los riñones.

El intendente de San Martín, Raúl Rufeil confirmó que el cuerpo era de la joven intensamente buscada aunque dijo que había que esperar las pericias necesarias.

"Ayer hablé con la madre y estaba muy consternada. Esto es muy doloroso para todo el departamento", aseguró el funcionario.

El mandatario informó que no hay cámaras de seguridad en la zona del hallazgo, a la que calificó como zona rural sin antecedentes y que hace poco recibió el reasfaltado de la arteria principal.

Rufeil llamó a tener mucho cuidado con el uso de las redes sociales, donde se abusa del anonimato que brindan esas plataformas.

Agostina Trigo, de 22 años, desapareció en la noche del domingo, cuando fue reunirse con un hombre que le ofreció trabajo de niñera a través de Facebook en el distrito de Buen Orden, San Martín.

Después de 24 horas sin noticias sobre ella, sus familiares radicaron la denuncia de paradero.

La última persona cercana con la que habló fue su abuela, con quien reside en la villa cabecera del mencionado departamento.

Según declararon sus allegados, Trigo les comentó que se trataba de un camionero que tiene dos hijos y reside en Buen Orden. El sujeto le habría explicado que se encontraba de viaje y que podían reunirse durante el fin de semana para enseñarle la casa y que conociera la zona.

Fue durante la tarde del domingo, mientras Agostina celebrara el cumpleaños de su hijo, que el camionero volvió a hablarle para una entrevista de trabajo alrededor de las 21 en la localidad donde reside el hombre.

Tomó el colectivo en el cruce de calles Tucumán y Belgrano, a unas cuatro cuadras de la Terminal de San Martín con dinero para ir y volver en el transporte público y su celular.

Su abuela le había encargado que le avisara cuando llegara al lugar, cosa que sucedió cuando la joven se bajó en la plaza de Buen Orden, pero desde entonces no se volvió a comunicar.

Pese a los insistentes intentos de sus allegados para comunicarse con ella, jamás respondió a los mensajes ni a las llamadas, por lo que cerca de las 20 del lunes decidieron formular la denuncia correspondiente en la Oficina Fiscal de la Comisaría 12ª.