Tras más de dos días de intensas investigaciones, la Justicia determinó que Jonathan Castro González, el camionero detenido por la muerte de su pareja, Pamela Fonseca, sea imputado por homicidio culposo agravado, y no por femicidio, como se había especulado horas atrás. 

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Mauricio Romano y Víctor Giambastiani, fiscal de Violencia de Género y fiscal, respectivamente, optaron por la hipótesis de que el fallecimiento de la mujer en San Rafael se produjo por un accidente. Prima facie la víctima se colgó del camión y cayó, para luego ser aplastada. Ante esto, se dejó de lado la opción del femicidio. 

Fuentes judiciales detallaron que se formalizó la imputación por homicidio culposo agravado por manejo imprudente, por tener alcohol en sangre más allá de los límites permitidos por la Ley, y por darse a la fuga, luego del análisis de una cámara de seguridad que captó parte del hecho y la declaración de algunos testigos.

Con la calificación ya confirmada, el apuntado arriesga penas que van de los 3 a 6 años de prisión y podría recuperar la libertad en las próximas horas.

En cuanto al trágico accidente, los detectives que reconstruyeron la escena del crimen sostuvieron que cerca de las 17.40 cuando Fonseca y Castro protagonizaron una discusión en la vía pública, aparentemente, hubo un descuerdo en la pareja porque el hombre se quería ir a una reunión con amigos.

Luego, el imputado subió a su camión, arrancó y se marchó del lugar. Allí es cuando entró la teoría de la Justicia, quienes arremetieron asegurando que la víctima se colgó del vehículo y cayó, siendo aplastada por las ruedas del vehículo. La mujer quedó tendida en el asfalto, en grave estado de salud, y su pareja se dio a la fuga, por lo que vecinos dieron aviso a la línea de emergencias 911.

Cuando los primeros policías arribaron a la escena, constataron que el estado de Fonseca era crítico y a simple vista observaron la marca de una rueda en el pecho.

Tras los peritajes en el lugar, la Unidad Investigativa Departamental San Rafael halló el camión de Castro guardado en un domicilio del callejón Pozo, pero el hombre fue detenido cuando circulaba a bordo de una Toyota Hilux en calle Juan XXIII. Allí le practicaron un test de alcoholemia y la prueba dio positivo, arrojando que tenía 0,95 gramos de alcohol por cada litro de sangre.

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