El Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión, Zonas Aisladas y Zonas a Desarrollar convocó al “Concurso Manifestación General de Impacto Ambiental”, un paso que se completa con la audiencia pública.
El Gobierno de Mendoza concretó el paso previo a la licitación del aprovechamiento multipropósito El Baqueano: el Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión, Zonas Aisladas y Zonas a Desarrollar (Fopiatzad) abrió el Concurso Manifestación General de Impacto Ambiental, el último paso previo a la licitación de la obra que completará el Circuito Diamante en San Rafael.
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Ya se estudiaron minuciosamente y durante las cuatro estaciones la flora, la fauna, el aire, los suelos, los cursos de agua, el patrimonio y los aspectos arqueológicos, paleontológicos y sociales de la zona en la que se construirá la hidroeléctrica.
Luego de estos informes, realizados in situ y con equipos especializados, se debe cumplimentar el paso de la Manifestación de Impacto Ambiental, que se presenta a la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial. En esta paso, además, se realizan consultas a reparticiones como el Departamento General de Irrigación, Recursos Naturales y la Dirección de Hidráulica, y se tramita una audiencia pública.
Qué aportará la obra a Mendoza
Con esta obra, Mendoza aumenta 15% la capacidad del embalse del Complejo Diamante y aporta 112 MW de potencia, capaces de abastecer a unos 60 mil hogares con energía limpia y sin huella de carbono.
Además, crea un nuevo polo turístico, con la apertura de la ruta del Cañón del Diamante y la conexión entre Malargüe y San Rafael mediante un camino que tendrá un atractivo paisajístico único en Argentina. Con una inversión de 525 millones de dólares, se crearán solo en la construcción de la represa 800 empleos directos y cerca de 1.500 empleos indirectos.
Gracias al trabajo de la Empresa Mendocina de Energía (Emesa), en los últimos años el proyecto planificado por la ex Agua y Energía hace más de 40 años se actualizó y reformuló para la conservación del medio ambiente y la corrección de los planos originales, que presentaban riesgo de aludes, ya que se emplaza en una formación geológica joven y de constantes cambios.
En 2018, se efectuaron nuevos estudios de suelo para determinar la localización y el modo de edificación más seguros. Así, se determinó que la histórica propuesta de Agua Mora quedaba descartada y que se construirá una presa de hormigón de gravedad HCR (hormigón compactado con rodillos) en una zona conocida como El Imperial.
En El Imperial está previsto construir una presa de 68 metros de altura, con una conducción en túnel de 13,8 kilómetros de longitud y un diámetro 5 metros, hasta la central El Baqueano, situada aguas arriba de la cola del embalse Los Reyunos.
En junio 2022, Emesa abrió el concurso para realizar los estudios de geología, geotecnia, geofísica, ensayos de laboratorio y topografía, en conjunto con el Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión de Zonas Aisladas y en Desarrollo (Fopiatzad).
Además, se concretó el estudio de línea de base del medio biótico, lo que permitió actualizar los datos de la flora y la fauna en la tierra y el agua, además de ciclos migratorios, áreas naturales protegidas, humedales y cauces de agua.