El caso surgido en el interior del Instituto Antonio Próvolo comienza a ver la luz en cuanto a resultados y avances. A principios de este mes, se desarrollaron los primeros alegatos para cerrar el debate y hoy se dieron más datos al respecto.

Dentro de las nueve mujeres imputadas como partícipes de los abusos que sufrieron algunos niños sordos en la institución, Kumiko Kosaka es la más reconocida por las causas en su contra y lo rápido que se dio a conocer el caso.

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Durante el día de hoy, Alejandro Iturbide, el fiscal, oficializó su acusación contra la monja y pidió una condena de 25 años de prisión y 10 años de inhabilitación en su trabajo. Esto significa que no podrá ejercer cargos educativos ni de albergue con menores de edad durante ese tiempo.

Según Iturbide, Kosaka es acusada de ser: autora del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por un hecho, partícipe necesario de abuso sexual gravemente ultrajante agravado continuado, partícipe necesaria en tres hechos de abuso sexual con acceso carnal agravados y autora de cincos hecho de corrupción de menores.