La novedad surgió durante las últimas horas del martes, cuando un testigo descubrió el cuerpo en un terreno baldío cerca del barrio Gasull. Desde el principio, la investigación indicó que se trataba de un homicidio, ya que, aunque la causa de la muerte no se había determinado aún, el cadáver estaba oculto bajo arbustos y vegetación en esa zona agrícola.

La confirmación se produjo en cuestión de horas, cuando la Policía Científica, en el sitio del incidente, verificó que la víctima exhibía al menos quince heridas de arma blanca, distribuidas tanto en el tórax como en las extremidades y el rostro.

El siguiente paso en la investigación liderada por el fiscal de Homicidios, Carlos Torres, fue la identificación del fallecido. Los agentes policiales localizaron a una familia que había estado buscando a un joven desde la madrugada del domingo. 

La última noticia que tenían de Mogro fue alrededor de las 3 de esa jornada. Los familiares se dirigieron a la morgue judicial y reconocieron el cuerpo, a pesar de que ya llevaba algunos días en estado de descomposición.