Especialistas y pacientes compartieron conocimientos y experiencias sobre esta enfermedad crónica que afecta a millones de personas en el mundo.
Cada 14 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Endometriosis, una fecha clave para visibilizar una enfermedad que impacta la salud y la calidad de vida de aproximadamente una de cada diez personas menstruantes.
En este marco, el hospital Luis C. Lagomaggiore -por medio del Servicio de Ginecología, a cargo del médico Diego Breitman- organizó un encuentro informativo que contó con la participación de la Asociación Civil EndoMendoza, profesionales de la salud en general y pacientes, quienes compartieron conocimientos, experiencias y estrategias para sobrellevar esa afección.
La actividad tuvo como objetivo brindar herramientas, difundir información actualizada y promover el acompañamiento de quienes padecen esta dolencia, que afecta a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es la endometriosis y por qué es importante hablar de ella?
La endometriosis es una enfermedad crónica en la que tejido similar al endometrio, que normalmente recubre el interior del útero, crece fuera de este órgano y afecta ovarios, trompas uterinas y otros órganos pélvicos. Este tejido genera inflamación, cicatrices y adherencias, y causa dolor intenso y otros síntomas debilitantes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10% y el 15% de las personas en edad fértil padecen endometriosis, aunque muchas de ellas reciben el diagnóstico luego de años de padecimiento. El retraso en la detección de la enfermedad, que puede ser de entre siete y diez años en promedio, se debe a la falta de conocimiento sobre sus síntomas y a la normalización del dolor menstrual.
Síntomas más frecuentes
Dolor pélvico crónico (antes, durante o después del período menstrual).
Menstruaciones muy dolorosas (dismenorrea).
Dolor durante las relaciones sexuales.
Trastornos digestivos y urinarios, como inflamación abdominal, estreñimiento o dolor al orinar.
Dificultad para concebir o infertilidad.
A pesar de que no tiene cura, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las pacientes. Existen diversas opciones terapéuticas, que incluyen analgésicos, tratamientos hormonales y cirugía en los casos más severos.
Tanto en el hospital Lagomaggiore como en el Central de Mendoza existen equipos especializados e interdisciplinarios de profesionales que atienden a personas con esta dolencia.