La Unidad Motorizada de Acción Rápida de la Policía de Mendoza fue reconocida por Incaimen por garantizar que los órganos lleguen a tiempo, autorizada a superar límites de velocidad para salvar vidas.
En el marco del Día Nacional del Donante de Órganos, la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR) fue reconocida por su labor en los traslados de órganos para trasplantes. En un acto organizado por el Instituto Coordinador de Ablación e Implante de Mendoza (Incaimen), los efectivos de la delegación policial, bajo la dirección del comisario Ángel Terrero, dieron a conocer detalles de la logística que garantiza que los órganos lleguen a tiempo y en condiciones óptimas.
Cabe destacar que los traslados se realizan bajo un protocolo estricto y en coordinación directa con Incaimen. Solo en tres situaciones los móviles policiales están autorizados a exceder los límites de velocidad: durante el traslado de órganos, cuando una ambulancia circula en código rojo o ante una emergencia policial grave. En todos los casos, la prioridad es siempre la vida.
En lo que va de 2025, UMAR concretó 12 traslados de órganos, cada uno ejecutado con rapidez, precisión y un fuerte compromiso. “Esta es una de esas situaciones donde, sí, excedemos el límite de velocidad, pero lo hacemos con un fin: llegar a destino, como puede ser el aeropuerto o cualquier otro punto crítico”, explicó Terrero.
Asimismo, el jefe policial agregó que “ahí es donde entra en juego el profesionalismo y la coordinación entre motoristas, para realizar los cortes con tiempo, evitar accidentes y cuidar tanto a terceros, como a la ambulancia que trasladamos y a nosotros mismos. Cada minuto ganado es uno más para quien espera una segunda oportunidad”.
Estos operativos no admiten margen de error. Son los únicos casos en los que, aun sin una normativa que los respalde legalmente, los motoristas intervienen con la convicción de que cada segundo cuenta. “Hoy no hay una reglamentación que nos cubra si cruzamos un semáforo en rojo o excedemos la velocidad, aunque sea en una emergencia. Por eso, la capacitación y la coordinación son clave”, subrayó Terrero.
En los trasplantes, el tiempo es determinante: un corazón debe ser implantado en menos de 4 horas, un hígado en 12 y un riñón en 36. “El sábado pasado hubo tres donaciones con apenas 15 minutos de diferencia entre cada una. El coordinador de Incaimen me llama a cualquier hora a mi teléfono personal, y UMAR está lista. Siempre les digo a los policías: priorizamos la vida, pero tenemos que llegar. No hay margen para fallar”, concluyó Terrero.