Con más de 5.000 prendas confeccionadas dentro de los talleres que funcionan en las cárceles y cerca de 1.900 en producción, el sistema penitenciario provincial consolida su política de trabajo como eje para la reinserción social. Hoy, se entregaron 300 camperas al Iscamen, elaboradas con materiales reciclados para tareas técnicas y de campo.
El Gobernador, Alfredo Cornejo; la vicegobernadora, Hebe Casado; la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus; el director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana; y el titular del Iscamen, José Orts, encabezaron el acto de entrega de una nueva partida de indumentaria de trabajo confeccionada por personas privadas de libertad.
Se trató de 300 camperas producidas en los talleres penitenciarios, en el marco del convenio de cooperación institucional entre el Ministerio de Seguridad y Justicia, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza y la empresa Xinca S.A. La actividad se desarrolló en la Dirección General del Servicio Penitenciario y contó con la participación también de autoridades del Ministerio de Seguridad y Justicia y del Iscamen.
Durante la recorrida, Cornejo destacó que esta acción forma parte de una política penitenciaria que apuesta por el trabajo y la capacitación como herramientas clave para la reinserción social. "En Mendoza estamos haciendo que los presos trabajen y que trabajen en oficios útiles, que le sirvan a la sociedad y al Estado", expresó el mandatario y agregó: "No creemos que el ocio sea la salida para las personas privadas de libertad. Estamos convencidos de que el trabajo y la formación son el camino para la verdadera inclusión".
Además, remarcó que estas acciones no solo impactan en la seguridad pública sino también en la eficiencia del Estado. "El Estado, en lugar de gastar más, está logrando ahorrar a través de estas iniciativas. Es una forma de usar mejor los recursos y al mismo tiempo generar oportunidades", señaló.
En muchos casos, la producción penitenciaria implica un ahorro promedio del 30% para los organismos y empresas que participan. Esto refuerza el carácter estratégico del programa, que articula inclusión social con eficiencia estatal.
Cornejo valoró el vínculo virtuoso entre el sector público y el privado al señalar que "lo importante de este programa es que tiene resultados concretos" y sumó que "no estamos hablando de planes o intenciones, sino de productos entregados, de personas capacitadas, de experiencias reales que sirven como modelo". Para el mandatario, "esto también es parte de modernizar el Estado, hacerlo más eficiente, pero también más humano y comprometido con la realidad social".
Las camperas entregadas forman parte de un lote adquirido por el Iscamen a través de la empresa mendocina Xinca, que funciona dentro del sistema penitenciario. Además de estas prendas, también se están confeccionando uniformes policiales y penitenciarios, lo que demuestra el alcance creciente del esquema productivo que se está desarrollando en el ámbito carcelario.
"Es bastante simbólico que en la penitenciaría se estén confeccionando uniformes policiales o penitenciarios", remarcó Cornejo y agregó: "Es una muestra de cómo se puede dar vuelta la lógica: donde antes había desorden, hoy hay producción y disciplina".
Por su parte, la ministra de Seguridad y Justicia valoró la importancia de este tipo de programas para la ciudadanía en general y marcó el contraste con políticas anteriores. "Acá en Mendoza los presos trabajan, y además trabajan en adquirir capacidades que les van a servir en el futuro. No se combate el ocio con el uso indiscriminado de celulares, como planteó el gobierno nacional anterior, sino con formación y esfuerzo", remarcó.
Rus señaló que los programas se están diversificando al mencionar que "se está trabajando en la confección de indumentaria, pero también en la fabricación de calzado y placas para la construcción. Hoy, por ejemplo, se están capacitando para producir placas junto a una empresa privada, y también en la confección de camisas que podrían usarse para el personal policial".
La ministra explicó que estos procesos no se agotan en la capacitación teórica, sino que están pensados como formación laboral real. "La idea es que esta capacitación sirva como oficio, para que cuando externen puedan tener un trabajo y no reincidan", afirmó.
Al igual que Cornejo, Rus destacó el círculo virtuoso que se genera entre el sector público, el privado y la reinserción social. "Este es un muy buen ejemplo: la empresa Xinca, que trabaja dentro del servicio, hoy tiene como capacitador a una persona que fue privada de la libertad, y que luego de externar fue contratada. Eso muestra que la política funciona", expresó.
También mencionó el impacto positivo para el Estado, ya que señaló que "estamos en la tercera entrega al Iscamen, con más de 2.000 productos confeccionados. Esto representa un ahorro significativo y eficiencia en materia estatal. Lo mismo ocurrió con uniformes confeccionados para la Municipalidad de Las Heras".
Actualmente, unas 330 personas privadas de libertad participan en diferentes programas de capacitación y producción en Mendoza. En este proyecto puntual, trabajaron entre 15 y 20 internos. "Como ustedes verán, la capacitación es muy importante. Están haciendo camperas incluso para regiones frías del sur provincial. Y todo con materiales que aporta la empresa privada, que además trabaja con productos reciclados, lo que suma un valor ambiental al proyecto", afirmó la ministra.
Producción, economía circular y convenios con más de una docena de actores
Hasta el momento, ya se han elaborado más de 5.166 prendas dentro de los talleres que funcionan en distintos complejos carcelarios, y actualmente hay cerca de 1.851 unidades en proceso de producción. Se trata de la mayor producción de indumentaria desde que en 2016 el Gobierno de Alfredo Cornejo impulsó esta política de estudio y trabajo intramuros.
La iniciativa combina formación, trabajo y sostenibilidad, a través de convenios con organismos públicos y empresas privadas que valoran el compromiso social y la economía circular.
Solo en los últimos dos años se han firmado 11 convenios vinculados a la producción de indumentaria. Entre las empresas involucradas se encuentran Xinca S.A., Calzados Cuyo S.A., Rerda S.A. y Akebia, con líneas de producción que abarcan desde calzado de seguridad hasta prendas textiles. También se sumaron los municipios de Las Heras, Guaymallén y Godoy Cruz, que encargan ropa y elementos para uso municipal. Por parte del Estado provincial, participan el ISCAMEN, la Sociedad de Transporte Mendoza (STM) y la Subsecretaría de Trabajo.
Entre los artículos que se fabrican en los talleres penitenciarios se encuentran borceguíes, camperas, chalecos, pantalones, remeras, gorras, botines de trabajo, camisas, ambos y otros productos orientados a la industria, la logística y el mantenimiento.
Para finalizar, el titular del Iscamen remarcó que esta iniciativa representa un ejemplo concreto de cómo la capacitación laboral puede convertirse en un verdadero oficio. "No es solo aprender a coser o cortar tela, es formarse en una actividad que después puede brindarles una salida laboral real y sustentable cuando estén en libertad", afirmó.
Además, señaló que esta ya es la tercera entrega que realiza el Iscamen en el marco de este convenio, con más de 2.000 productos confeccionados. "Esto trae un ahorro significativo para el Estado y muestra también eficiencia en la gestión estatal", afirmó.