La mujer condenada por atropellar y matar a Genaro Fortunato fue arrestada nuevamente, esta vez por golpear a su esposo. "Solo fue una discusión", se defendió.
Julieta Silva, la mujer que en 2017 fue condenada por atropellar y matar a su novio Genaro Fortunato a la salida de un boliche en San Rafael, volvió a quedar detenida esta semana. Esta vez, fue tras una denuncia de su actual esposo, Lucas Giménez, quien la acusó de haberlo agredido físicamente en su casa.
Tras recuperar la prisión domiciliaria, Silva decidió hablar públicamente. En diálogo con Mediodía Noticias (eltrece), minimizó el hecho y apuntó al peso de su imagen pública: "No pasó más que una discusión, pero mi nombre pesa. Solo eso voy a decir", afirmó.
El nuevo episodio ocurrió este jueves, en la vivienda del matrimonio, en San Rafael. Giménez llamó al 911 para denunciar que su esposa lo había golpeado. Al llegar al lugar, la Policía constató que el hombre tenía rasguños y hematomas, por lo que se iniciaron actuaciones por lesiones leves agravadas por el vínculo.
Silva fue detenida y posteriormente se le otorgó prisión domiciliaria con tobillera electrónica, al igual que cuando cumplía su anterior condena, por ser la cuidadora principal de una hija de un año que tiene con Giménez.
Además, según informó la Fiscalía de Instrucción N°2, la propia Silva también presentó una denuncia contra su esposo en la Unidad Fiscal de Violencia de Género, aunque no dio detalles sobre su acusación ni explicó públicamente lo sucedido.
La Justicia continúa con pericias médicas, entrevistas y medidas de restricción, en el marco de la nueva causa.
El caso reavivó el dolor en la familia de Genaro Fortunato, el joven atropellado por Silva hace casi ocho años. Sus padres hablaron con medios nacionales tras conocer la detención.
"No me sorprende para nada, era cuestión de tiempo", dijo Graciela Linares, la mamá de Genaro, en diálogo con TN. Apuntó también contra la Justicia: "Están esperando que mate a otra persona para hacer lo que deben hacer". La mujer reiteró que Silva jamás pidió perdón ni mostró arrepentimiento, y sostuvo que el fallo de 2018 fue "benévolo" con la acusada.
Por su parte, Miguel Fortunato, padre del joven, dijo que al enterarse de la noticia "pensó que esto iba a volver a pasar". En diálogo con eltrece, expresó: "No sabíamos qué, pero percibíamos que la intencionalidad existía".
Fortunato volvió a repasar el caso que terminó con la muerte de su hijo y remarcó su convicción de que Silva actuó de forma deliberada: "El arrastre del cuerpo fue de tres metros y el auto frenó 13 metros después. Ella dijo que pensó que era un pozo. La diferencia es clara".
También reveló un dato hasta ahora poco difundido: Genaro había sido padre recientemente, fruto de una relación anterior. "Entre los murmullos de mi ciudad existía la creencia de que esa noche esa mujer se había enterado del embarazo de la exnovia de Genaro", dijo Miguel.