La tendencia de los argentinos a viajar al exterior se consolida, mientras que la llegada de turistas extranjeros al país se encuentra en franca caída. Los datos de octubre de 2025 publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirman este desequilibrio: las salidas de residentes crecieron un significativo 10,8% interanual, mientras que los arribos internacionales disminuyeron un 5,9%.

Menos extranjeros, pero con crecimiento aéreo

En total, en el décimo mes del año ingresaron al país 389.800 turistas extranjeros, un 5,9% menos que el mismo período del año anterior. Sin embargo, el informe arrojó un dato alentador para el sector: los viajes vía aérea crecieron por primera vez desde diciembre de 2024, con un leve aumento del 1,3% en esta modalidad de ingreso.

Respecto a la procedencia, el 61,9% de los visitantes llegó desde países limítrofes, con Brasil a la cabeza (23,1%) seguido por Uruguay (15,1%). La vía aérea concentró la mayor parte de los ingresos (51,5%), seguida por la terrestre (37%) y la fluvial/marítima (11,5%). El informe también destacó la disminución en el arribo de turistas uruguayos y chilenos, compensada en parte por un aumento en la cantidad de visitantes europeos.

En contraste con la caída del turismo receptivo, las salidas internacionales de argentinos registraron un fuerte impulso. En octubre, 1.228.900 residentes viajaron al exterior (entre 725.000 turistas y 503.900 excursionistas), consolidando la suba general del 10,8% interanual.

El gasto promedio diario de los viajeros argentinos en el exterior se estableció en US$94,2. Los destinos con el mayor nivel de gasto fueron Estados Unidos y Canadá, donde los turistas desembolsaron un promedio de US$119,3 por día. En estos países de Norteamérica, casi la mitad del gasto total se concentró en rubros clave como gastronomía y alojamiento.

Los datos de octubre, por lo tanto, pintan un panorama persistente en la balanza turística argentina: la predilección de los residentes por destinos internacionales se mantiene firme, mientras que la capacidad del país para atraer y retener visitantes del exterior continúa siendo un desafío para la economía nacional.