El nuevo escándalo vivido en el estadio de Gutiérrez Sport Club, donde debía disputarse la final del Torneo Clausura femenino entre Godoy Cruz Antonio Tomba e Independiente Rivadavia, dejó en evidencia una vez más las graves falencias organizativas de la Liga Mendocina de Fútbol. La suspensión del partido, que debía jugarse este fin de semana, se suma a la cancelación ocurrida el pasado 21 de diciembre y profundiza el malestar en el fútbol provincial.

Apenas una semana después de lo sucedido en el estadio Omar Higinio Sperdutti, la historia volvió a repetirse: una serie de hechos desafortunados impidió que los planteles salieran al campo de juego y dejó nuevamente sin final al fútbol femenino.

Ante esta situación, Giuliana Díaz, presidenta de la Comisión Femenina del fútbol mendocino, realizó duras declaraciones y apuntó directamente contra la Liga Mendocina. Lamentó que, una vez más, se haya fallado a las jugadoras, a los clubes y a los hinchas, que esperaban la definición del certamen.

Desde la Liga Mendocina, en tanto, hubo silencio durante varias horas. Recién más tarde apareció un breve comunicado en redes sociales, en el que la entidad -como ya ha ocurrido en otras oportunidades- atribuyó la suspensión del encuentro a una decisión de la Policía.

Sin embargo, el Gobierno de Mendoza salió rápidamente a desmentir esa versión y responsabilizó de manera directa a la Liga por el nuevo papelón organizativo. El partido estaba programado para las 17, pero el horario llegó y el pitazo inicial nunca se produjo.

Desde el Ejecutivo provincial expresaron: "Responsabilizamos a la Liga Mendocina de Fútbol por el nuevo fracaso en la organización de la final del Torneo Clausura femenino. El operativo de seguridad dispuesto por el Ministerio de Seguridad y Justicia fue correcto y se desarrolló conforme a lo planificado".

Según explicaron, en las reuniones previas se había acordado la presencia de 150 hinchas por club, con listas nominales y control por DNI. No obstante, en los alrededores del estadio se congregó una cantidad muy superior de personas que intentaban ingresar al encuentro.

"Los incidentes se produjeron fuera del estadio y fueron fomentados por barras organizadas, cuya presencia -en un número que duplicaba el aforo permitido- era conocida por la Liga y no fue informada al operativo de seguridad, posiblemente por la falta de presupuesto para afrontar servicios extraordinarios", señalaron desde el Gobierno.

Además, remarcaron que la situación fue rápidamente controlada por la Policía de Mendoza y que, según la información reunida, "la movilización de estas barras tenía como objetivo hacer fracasar la final".

En ese contexto, el Ejecutivo provincial expuso los motivos por los cuales analiza intervenir la Liga Mendocina de Fútbol. Entre ellos, mencionaron la reiteración de hechos similares y la existencia de causas vinculadas a presunto fraude, malversación de fondos y utilización de certificados apócrifos. Por ese motivo, se evalúa dar intervención a la Dirección de Personas Jurídicas y avanzar con una posible intervención de la entidad.

El ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, también se refirió al tema a través de sus redes sociales. En un mensaje contundente, sostuvo: "Ante las reiteradas actitudes pseudomafiosas en el seno de la Liga Mendocina de Fútbol, con aparente connivencia entre dirigentes y barras para sabotear el desarrollo del fútbol femenino, desde el Gobierno de Mendoza estamos analizando la intervención de la Liga para poner límites, garantizar transparencia y defender el deporte como un espacio de inclusión, reglas claras y juego limpio".