Desde que asumió, 1,3 millones de familias cayeron en la miseria, según datos del Ministerio de la Ciudadanía.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este martes que Brasil está "quebrado" y que no puede hacer nada para salir de la crisis generada por la pandemia, en medio de cuestionamientos sobre el cese de las ayudas especiales otorgadas a 68 millones de personas y el aumento de los datos de familias en la miseria.
"Brasil está quebrado, no puedo hacer nada", afirmó Bolsonaro al dialogar con militantes de la ultraderecha y activistas evangélicos en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
Bolsonaro dijo que su objetivo era cambiar en 2020 las categorías del impuesto a las ganancias y que la pandemia del coronavirus se lo impidió, además de culpar a la prensa.
"Yo quería cambiar las categorías del impuesto a las ganancias, vino el virus, potenciado por estos medios de comunicación que tenemos. Esta prensa sin carácter. Es un trabajo incesante de intentar desgastar para sacarnos de aquí (del Gobierno) y atender intereses que no pueden revelar", dijo el mandatario.
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El Gobierno decidió no renovar los subsidios dados a las empresas para hacerse cargo de parte de los salarios a cambio de mantener empleos y el auxilio de emergencia de 120 dólares mensuales que había aprobado el Congreso, que en el tercer trimestre del año redujo a niveles de 1980 los índices de pobreza.
El fin del auxilio de emergencia en diciembre más la crisis económica que elevó el índice del desempleo al 14,3 por ciento en el fin de 2020 también tiene su correlato en la cantidad de familias en situación de miseria, según el Ministerio de la Ciudadanía.
Desde que Bolsonaro asumió, 1,3 millones de familias cayeron en la miseria, según datos del Ministerio de la Ciudadanía.
En febrero de 2016, las familias en situación de miseria eran de 11.898.567 y en octubre de 2020 pasaron a ser 14.058.673.