La policía de Noruega investiga un posible “acto terrorista” vinculado al reciente tiroteo en el exterior de tres bares del centro de Oslo, el cual dejó dos muertos y al menos 21 heridos, diez de ellos de gravedad. Esto obligó a que la marcha del orgullo LGTB prevista para la tarde, se cancelara.

Las fuerzas de seguridad detuvieron a un ciudadano noruego de origen iraní, de 42 años, conocido por los servicios de inteligencia interior. Según trascendió, el sospechoso había tenido encontronazos con la policía por infracciones leves como llevar un cuchillo o posesión de estupefacientes.

“Es sospechoso de homicidio, intento de homicidio y acto terrorista”, sostuvo un responsable de la policía ante la prensa.

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La teoría de un atentado no se descarta por varias razones: “el número de heridos y de muertos, el número de escenas del delito -al menos tres- y [...] [porque] existen buenas razones para creer que tenía la intención de sembrar el terror”, indicó el oficial.