Registró una tasa interanual del 8,2% en septiembre, lo que marca una leve desaceleración de una décima frente al 8,3% de agosto y al pico de 9% de junio. Tras conocerse el dato, el presidente Biden, reconoció que el costo de vida está "sofocando" a los estadounidenses.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos registró una tasa interanual del 8,2% en septiembre, lo que marca una leve desaceleración de una décima frente al 8,3% de agosto y al pico de 9% de junio.
Así lo anunció la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) dependiente del Departamento del Trabajo.
Pese a ello, la inflación cada vez afecta a más sectores de la economía, más allá de los precios volátiles de los alimentos y la energía: la inflación núcleo marcó un 6,6% anual frente al 6,3% del mes pasado, lo cual representa un récord no visto en los últimos 40 años.
Al mismo tiempo, el índice núcleo subió un 0,6% por segundo mes consecutivo.
En tanto, el dato mensual general –que incluye a alimentos y energía- fue de 0,4%, frente al 0,1% registrado en agosto y al 0,0% de julio.
Tras conocerse el dato, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que el costo de vida está "sofocando" a los estadounidenses.
"Esto es así hace años y no necesitaron al reporte de hoy para que lo sepan", remarcó en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
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Sin embargo, destacó que el índice "muestra algo de progreso en la pelea contra la suba de precios, pese a que hay más trabajo para hacer".
"La inflación en los últimos tres meses promedió el 2%, en tasa anualizada. Esto representa una baja frente al 11% del trimestre previo", indicó Biden.
Asimismo, subrayó que la ley de Reducción de la Inflación, aprobada en agosto pasado, permitirá bajar precios de los medicamentos y de la energía, entre otros sectores.
"La prioridad numero uno de los republicanos es atacar la ley. Eso es exactamente lo equivocado en este momento. Si ellos toman el control del Congreso, el costo de vida subirá, no bajará", cuestionó el mandatario al referirse a la oposición republicana.
La inflación de septiembre fue motivada por los alquileres, los alimentos y la sanidad, entre “muchos de los contribuyentes” a la misma, de acuerdo con el BLS, y su número fue superior al estimado por los analistas, según la agencia de noticias Bloomberg.
Estas alzas, a su vez, fueron compensadas en parte por una caída de 4,9% en las gasolinas, al igual que un descenso de 2,1% en el componente energético, el cual, no obstante, sigue acumulando una suba de 19,8% anual.
En el caso del galón (3,7 litros) de nafta, el precio, tras alcanzar un pico de US$ 5,016 a mediados de junio, descendió a un promedio de US$ 3,913, según datos de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA).
La inflación golpea al bolsillo de los estadounidenses pues sus salarios no siguen el ritmo de las suba de precios: el salario real perdió 3,4% a comparación de hace un año.
No obstante, el precio en el surtidor comenzó a elevarse desde mediados del mes pasado, una situación que podría agravarse con el reciente recorte en la producción que decidió la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).
Por su parte, los alimentos tuvieron un alza de 0,8% mensual, al mismo nivel de agosto y con una suba del 11,2% anual, 3 puntos más que el promedio de los precios.
Los alquileres, componente que representa casi un tercio del índice, subieron 0,7% mensual y y 6,6% anual, y no muestran signos de moderación.
En tanto, también subieron los valores de los autos 0 kilómetro –mientras cayeron los usados por tercer mes consecutivo- y los pasajes de avión.
Frente a una inflación cuya desaceleración es menor a la que se esperaba, la FED tendrá más presión para continuar con el endurecimiento de su política monetaria y ha reafirmado en diversas oportunidades que continuará con dicha premisa pese a que eso implique una suba en el desempleo y una recesión.
La entidad ya dispuso una suba en las tasas de interés de referencia de 25 puntos porcentuales en marzo, 50 en mayo, y tres alzas consecutivas de 75 puntos en junio, julio y septiembre, llevándola de niveles cercanos a cero a un rango de entre 3% y 3,25%, el cual no se registraba desde enero de 2008.
Con los datos de hoy y números de empleo y de consumo que continúan sólidos y que –por tanto- conspiran con un enfriamiento de la demanda (principal factor para la FED de la inflación), el mercado descuenta que el organismo hará una cuarta alza consecutiva de 75 puntos en la reunión monetaria que llevará a cabo el próximo 1 y 2 de noviembre.