Hay un millonario a bordo de la expedición. Hay preocupación por la capacidad de oxigeno de los tripulantes.
Equipos de rescate de Estados Unidos, Canadá y Francia multiplicaban hoy sus esfuerzos para encontrar un pequeño submarino con cinco personas a bordo, desaparecido en el océano Atlántico cuando partió para explorar los restos del transatlántico "Titanic".
El sumergible, operado por OceanGate Expeditions, comenzó su descenso el domingo por la mañana y perdió contacto con la superficie menos de dos horas después, según las autoridades.
A su búsqueda se sumará en algunas horas el buque Atalante, provisto por el Instituto Francés de Investigación Marina (Ifremer, por sus siglas en francés), equipado con un robot submarino de gran profundidad.
En tanto, ya operan dos aviones, un C-130 estadounidense y un P8 canadiense, capaces de detectar submarinos.
Entre las personas a bordo del sumergible figura el millonario y aviador británico Hamish Harding, de 58 años, presidente de la empresa de jets privados Action Aviation, según consignó la agencia de noticias AFP.
De acuerdo a una publicación en Instagram que realizó Harding previo a partir, también integra la expedición el oceanógrafo francés Paul-Henry Nargeolet, especialista en el "Titanic".
El conocido empresario pakistaní Shahzada Dawood, vicepresidente del conglomerado Engro, y su hijo Suleman también iban a bordo, según un comunicado de la familia.
"Por ahora, se ha perdido el contacto con el sumergible y la información disponible es limitada", añadió la familia, agradeciendo a colegas y amigos su preocupación.
La Guardia Costera estadounidense admitió que las operaciones de búsqueda eran complejas.
"Es una región lejana y es complicado hacer búsquedas en una zona así", dijo ayer el contralmirante John Mauger a los reporteros en Boston, en el noreste de Estados Unidos, desde donde supervisa la operación.
"Trabajamos muy duro" para encontrarlo, insistió.
Las búsquedas, en superficie o bajo el agua, abarcan una región de "unos 1.450 kilómetros al este del cabo Cod, a una profundidad de alrededor de 4.000 metros".
El tiempo es un factor crítico ya que la embarcación tiene reservas de oxígeno para un máximo de 96 horas para cinco personas, y Mauger dijo ayer por la tarde que quedaba 70% o más de oxígeno.
Las búsquedas aéreas, que no dieron resultados en toda la jornada del lunes, fueron suspendidas por la noche, tuitearon los guardacostas estadounidenses hacia las 21 (22 en la Argentina).
El navío "Polar Prince", desde el cual zarpó el sumergible, y una unidad de la Guardia Nacional siguieron rastreando la zona por la noche.
"El submarino fue lanzado con éxito y Hamish está actualmente buceando", tuiteó el domingo la empresa Action Aviation, con sede en Dubái, precisando que la misión había empezado "esa mañana a las 4".
"La tripulación del submarino está compuesta por varios exploradores legendarios, algunos de los cuales han efectuado más de 30 inmersiones en el RMS Titanic desde los años 1980", afirmó el propio Harding en Instagram el sábado, anunciando su participación en la misión.
El contralmirante Mauger no quiso dar informaciones sobre las personas que iban a bordo "por respeto a las familias", y se limitó a decir que, según el operador, se trata de un piloto y otras cuatro personas.
Action Aviation, contactada por la AFP, no quiso hacer ningún comentario.
OceanGate Expeditions explicó en un comunicado que "exploraba y movilizaba todas las opciones para traer de regreso la tripulación en total seguridad".
En su web, la compañía señala que utiliza un sumergible llamado "Titán" para sus inmersiones a una profundidad máxima de 4.000 metros. Tiene una autonomía de 96 horas para una tripulación de cinco personas.
El Titanic zarpó del puerto inglés de Southampton el 10 de abril de 1912 para un viaje inaugural rumbo a Nueva York, pero naufragó tras chocar contra un iceberg cinco días después.
De los 2.224 pasajeros y tripulantes que viajaban a bordo, fallecieron casi 1.500.
Los restos del transatlántico fueron descubiertos en 1985 a 650 kilómetros de la costa canadiense, a una profundidad de 4.000 metros en aguas internacionales del océano Atlántico. Desde entonces, visitan el área buscadores de tesoros y turistas.
Sin haber estudiado la embarcación en sí, Alistair Greig, profesor de ingeniería marina en el University College London, sugirió dos posibles teorías basadas en imágenes de la nave publicadas por la prensa.
Dijo que si tenía un problema eléctrico o de comunicaciones, podría haber salido a la superficie y permanecer flotando, "esperando a ser encontrado".
"Otro escenario es que el casco de presión estuviera dañado, una fuga", dijo en un comunicado. "Entonces el pronóstico no es bueno", agregó.
Si bien el sumergible aún puede estar intacto durante su inmersión, "hay muy pocas embarcaciones" capaces de llegar a la profundidad a la que podría haber viajado el "Titán".