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Mundo Freno

Encontraron posibles efectos adversos en la vacuna fabricada en la Universidad de Oxford

Por este motivo, el laboratorio AstraZeneca, de origen sueco británico, decidió pausar la vacunación para permitir el "análisis de la información” sobre un paciente afectado

Martes, 8 de Setiembre de 2020

Mientras atraviesan la Fase 3 de las pruebas de la vacuna contra el coronavirus, tanto el laboratorio AstraZeneca como el Instituto Jenner (dependiente de la Universidad de Oxford) decidieron pausar los exámenes, ya que encontraron posibles reacciones adversas en un voluntario del Reino Unido.

“Nuestro proceso de revisión estandar obligó a pausar la vacunación para permitir la revisión de la información” del paciente, indicó el laboratorio sueco-británico en un comunicado. 

Y agregó: “Esta es una acción de rutina que tiene que suceder cuando, durante el desarrollo de las pruebas, tiene lugar una enfermedad que potencialmente no tenga explicación. La decisión asegura que se mantenga la integridad de las pruebas. Durante el transcurso de pruebas de gran envergadura habrá enfermedades aleatorias, pero estas deben ser revisadas de manera independiente. Estamos trabajando para acelerar la revisión de este único evento para minimizar cualquier potencial impacto en los objetivos temporales de la prueba. Estamos comprometidos con la seguridad de nuestros participantes y mantenemos los más altos estándares en nuestras pruebas”.


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El laboratorio no precisó cuáles fueron los síntomas desarrollados por la persona que llevó a paralizar el proceso, pero el prestigioso sitio especializado Stat News describió sospechas de una “seria reacción adversa”. El laboratorio tampoco especificó cual será la longitud de la paralización del estudio.


Stat explicó su vez que este tipo de pausas son comunes en estudios de gran magnitud como lo son las fases 3 -requieren decenas de miles de personas- pero enfatizó en que la preocupación por cualquier posible adversidad se ve exacerbada dada la necesidad de obtener una vacuna cuanto antes para contrarrestar la pandemia.

Actualmente hay otras ocho candidatas que se encuentran en la última fase de pruebas. La de Oxford y AstraZeneca había sido una de las primeras en comenzarla en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica. La iniciativa busca inocular a 30.000 personas en 80 locaciones a lo largo del país, según informó el Instituto Nacional de Salud del país. 


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La vacuna en cuestión, denominada AZD 1222, no había presentado ningún efecto colateral grave en la fase I/II del estudio, realizada en 1.077 adultos sanos de entre 18 y 55 años. Los voluntarios produjeron respuestas inmunes de anticuerpos y células T que pueden combatir el virus, según se informó el pasado 20 de julio.

La fórmula está hecha a base de un virus genéticamente fabricado que ocasiona el resfriado común en chimpancés. Los científicos lo han modificado de forma que no pueda ocasionar infecciones en personas y para que se asemeje más al coronavirus. Lo han hecho transfiriendo instrucciones genéticas para vulnerar “proteína del pico” del coronavirus -la herramienta clave que este emplea para invadir las células de humanos- a la vacuna que están desarrollando.

La vacuna ya ha comenzado a ser producida en numerosos países con el objetivo de poder distribuirla de manera inmediata en caso de obtener su aprobación. Entre ellos se cuentan India, el Reino Unido, Suiza, Noruega y Argentina. Hasta antes de la paralización del estudio, la empresa había exteriorizado su intención de distribuir cientos de millones de dosis este año y al menos 2.000 millones a mediados de 2021.