Lionel Messi convirtió el último gol de Barcelona en la victoria por 4-0 frente a Osasuna y realizó una sorpresiva y emotiva dedicatoria para Diego Armando Maradona, el entrenador que lo dirigió en el seleccionado argentino en el Mundial de Sudáfrica.

El crack rosarino, por muchos apuntado como el sucesor futbolístico de Diez, se quitó la camiseta azulgrana después de anotar, y debajo tenía puesta el modelo que Maradona utilizó durante su paso en 1993 por Newell’s, club del cual Lio es hincha. 

Messi miró al cielo y levantó ambos brazos. Esta dedicatoria era especial, porque además de su abuela Celia, la mamá de su mamá, sus dedos apuntaron hacia Maradona. 

Los restantes goles de Barcelona en la undécima fecha de La Liga los anotaron Braithwaite, Griezmann y Coutinho.

En el centro del campo y en la tribuna con dos camisetas estampadas con el número 10. En la pantalla gigante del estadio y en los carteles publicitarios. En la mirada perdida hacia el piso de otro 10, Lionel Messi. Diego Maradona estuvo en cada rincón del estadio de Barcelona, que le rindió homenaje a su ex jugador.

Fue en la previa del encuentro ante Osasuna. El Nou Camp quedó envuelto en una melodía nostálgica, en un respeto absoluto. El Diez y la pelota. Un campo de juego que el ex futbolista argentino pisó en su primera experiencia europea, entre 1982 y 1984. 

Los aplausos que coronan un emocionante gesto de los blaugranas. Aplaude Facundo Roncaglia, argentino del conjunto de Pamplona que es testigo de este momento. Aplauden todos. Messi mira hacia arriba. Diego, también en Barcelona, ya es eterno.