Dentro del escarnio público en torno a los testimonios por la muerte del mayor ídolo en el mundo del fútbol, quien fuera su cocinera en el último año confesó aspectos sustanciales de la trágica jornada.
Romina Milagros "Monona" Rodríguez, la cocinera que vivía en la misma casa que Diego Armando Maradona y fue testigo de su muerte el pasado 25 de noviembre, afirmó que Leopoldo Luque era el único médico al que recibía el “Diez” y al recordar los intentos de reanimación negó que la otra profesional investigada, la psiquiatra Agustina Cosachov, haya hecho tareas de RCP.
En una entrevista con el programa “El show de los escandalones” del canal de televisión América, Monona recordó que la última vez que habló con Maradona fue la noche previa a su muerte, cuando ella le fue a preguntar qué quería cenar.
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“Me dijo que no quería comer. Le dije ‘aunque sea te hago unos sandwichitos’. Le llevé los sandwichitos y el té. Dicen que no comió y es mentira. Comió un sándwich de miga porque yo los contaba a ver si comía o no. Había dejado seis y faltaba uno, así que se lo comió”, contó la cocinera, negando de esa forma que el ex técnico de Gimnasia no hubiera cenado nada la noche previa a su muerte.
Rodríguez contó también que Maradona le dijo que quería “dormir” y que incluso por ese motivo no se cambió la remera que llevaba puesta. “Quiero dormir decía. No estaba enojado, quería estar solo, quería descansar. Él decía que quería descansar y quería estar solo. No quería escuchar ruidos, nada, quería estar solo, tranquilo”, comentó la mujer.
Acerca de Leopoldo Luque, el neurocirujano investigado en el expediente por su responsabilidad en un eventual “homicidio culposo”, la empleada confirmó que hubo una pelea los días previos, aunque al respecto aclaró: “Eso lo hacían jodiendo, tenían una relación en chiste digamos”.
Al ser consultada sobre si Luque era el responsable médico de Maradona, Rodríguez respondió que “sí”, que Diego “siempre” le hacía caso y confirmó que no quería que lo visitaran otros médicos.
Sobre el momento del fallecimiento, el 25 de noviembre al mediodía, Monona dijo que “ese día fue mucha locura” y que cuando ella lo vio “ya estaba”, dando a entender que le pareció que estaba muerto y que cree que no hubo manera de reanimarlo. Afirmó que lo que más le impactó fue “que no despertaba” y relató que hasta lo “retaba” y le decía “despertate, vamos Diego levántate”.
“Lo único que me acuerdo es el conteo el ‘1, 2, 3, vamos Monona”, dijo en relación a las tareas de reanimación que, según aclaró, hicieron la enfermera y el empleado de seguridad, y que negó que hayan sido encabezadas por la psiquiatra Cosachov.
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“Nos metíamos todos. Estábamos todos tratando de revivirlo. Estaba la enfermera con el seguridad haciendo RCP. Es mentira que la psiquiatra le hacía RCP, si no sabía ni cómo se hacía”, señaló la mujer que ya declaró en al menos dos oportunidades en el expediente.
Luego explicó que cuando ellos “no podían más”, pedían la colaboración de los otros presentes, y que a ella le indicaron que haga respiración boca a boca y a Cosachov las compresiones. “Dale Monona hacelo cuando yo te digo 1, 2, 3, 4, 5 va, va... Era una locura, ese conteo quedó en mi cabeza por días”, recordó la cocinera.
Respecto al momento en que declararon el fallecimiento de Maradona, Monona dijo que se las agarró “con todos”, que pidió que “sigan intentando” porque Diego “no se va dejar morir” y que no lo podían creer.
Cuando le preguntaron si por su trato diario notó que Maradona ya no quería vivir, la cocinera contestó: “Para mí él dijo ‘basta de todo’. Porque viste que él hace milagros y por ahí estaría vivo, pero no, para mí que se dejó. Estaba cansado ya”.