El domingo 27 se encontraron dos cadáveres que correspondían a los hermanos Franco (28) y Kevin (18) Álvarez en una laguna de Rodeo del Medio. Ambos estaban desaparecidos desde el 7 de junio.

Al momento del hallazgo descubrieron que habían sido asesinados por balazos en la cabeza; previamente fueron golpeados de manera salvaje. Esto se comprobó por las lesiones que tenían en la zona abdominal y en la espalda.

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Miguel Freites, tío de los jóvenes, aseguró que al teléfono de Franco llegaron amenazas por parte de uno de los detenidos. El celular se encontraba en la casa de los Álvarez. El familiar de las victimas dialogó con Radio Nihuil y declaró: "Tengo entendido que en ese teléfono estaban las discusiones, las amenazas, que fueron mutuas".

Sobre sus sobrinos manifestó que eran muchachos “de laburo” y expresó: "Por ahí el mayor tenía algunos problemas con el tema de la droga. Sin embargo, en los medios dicen muchas cosas que no fueron tan así". Y sobre Kevin, apuntó que se había puesto una barbería en su casa "y cuando salía algún laburito, lo acompañaba al hermano".

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Acerca de la hipótesis de que habían estado en un drugstore después de haber cobrado y antes de subirse a un auto, en el cual desaparecieron, Miguel comentó: "Esto hay que verlo. Porque según los dichos de este señor (el mayor de los detenidos y padre del otro sospechoso), los chicos estuvieron ahí, les pagó y se fueron. Tal vez estuvieron en el kiosco tomando algo, tal vez volvieron a la casa de este hombre, no sabemos qué pasó en esa situación".

Las pistas del caso son muy importantes: los últimos contactos y mensajes del celular de Franco, que está en manos de la fiscal Lazo para ser peritado. Freites cree que la investigación ya debe tener datos concretos, "o tal vez nosotros aún no lo sabemos".