Murió el sacerdote Nicola Corradi, condenado a 42 años de prisión por abuso sexual a alumnos sordos del Instituto Próvolo de Mendoza. 

Fuentes judiciales explicaron a ADN País que el cura italiano sufrió un infarto.

El clérigo y fundador del Próvolo en La Plata y luego en Mendoza, murió a los 84 años mientras estaba cumpliendo con prisión domiciliaria en un geriátrico, que era pagado por el Arzobispado de Mendoza.

Si bien, estaba acusado de cometer idénticos delitos contra menores, tanto en el Próvolo de Italia, como luego en La Plata, fue únicamente en Mendoza donde se lo investigó y se lo condenó, junto a otro cura y un empleado del Instituto Antonio Próvolo.

Nicola Corradi, junto a Horacio Corbacho (detrás) y Armando Gómez en tribunales.

La Justicia local inició una investigación a fines de 2016, luego de que una víctima se quebrara y pidiera la asistencia de un intérprete de Lengua de Señas para poder sacar a la luz, los hechos que permanecieron ocultos por más de una década  en el colegio religioso, ubicado en Luján de Cuyo.

A tres años de una extensa investigación, Mendoza dictó un fallo histórico de 42 años de cárcel dictado el 25 de noviembre de 2019 y en el que se sentenció también al cura Horacio Corbacho, a 45 años de prisión efectiva. Por último, el jardinero Armando Gómez, el tercero de los hombres implicados en los casos de pedofilia y corrupción de menores, recibió 18 años.

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Como Corradi tenía una avanzada edad y además sufría de varias enfermedades atribuídas a su vejez, sólo estuvo en la penitenciaría algunos meses y luego se le dictó la detención domiciliaria. Hasta el día de su muerte cumplió prisión una residencia para adultos mayores.

El caso tuvo repercusión internacional, siendo destacado el trabajo de los investigadores de Mendoza y de todo el sistema judicial que adaptaron los procedimientos investigativos para las personas con discapacidad y la protección de su integridad como víctimas en una adecuación de las Cámaras Gesell.

El caso Próvolo de Mendoza llegó a organismos de Derechos Humanos en Europa.

Hace muy poco, la denuncia del colectivo de los Sobrevivientes del Instituto Próvolo en todo el mundo se hizo eco en los organismos internacionales. Las relatorías especiales de la Organización de las Naciones Unidas pidieron a la Santa Sede informes detallados de los abusos y que se modifique el derecho canónico para dar transparencia a estos hechos.

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Colaboraron en el informe: Gastón Valderrama y Melisa Stopansky.-