La situación de la operaria del 911, Soledad Herrera, la auxiliar que cortó la llamada que alertaba el femicidio de Florencia Romano, iba a definirse este lunes 4 de octubre, pero fue suspendida hasta nuevo aviso.

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Herrera está acusada por cortar el llamado que denunciaba una situación de violencia de género en una vivienda del Callejón Berra en Maipú y cortar sin alertar a las autoridades.

La audiencia preliminar se realizaría de forma virtual y en la misma, además del ofrecimiento de pruebas, Herrera podría reconocer los hechos y ser sometida a un juicio abreviado.

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Este delito arriesga una pena máxima de 6 años de prisión, aunque en el caso de Herrera se trataría de una condena condicional de 3 años. Asimismo, podría quedar inhabilitada para ejercer cualquier trabajo en el Estado.