La ONG Amnistía Internacional señaló que están a punto de ser ejecutados tras juicios rápidos y "sumamente injustos. Todos fueron arrestados tras la represión de recientes manifestaciones que ya dejaron 458 muertes.
Varias personas condenadas a muerte en Irán por su implicación en las protestas por la muerte de una mujer bajo custodia policial pueden ser ejecutadas de forma "inminente" pese a la indignación internacional provocada por la primera ejecución, hace unos días, advirtieron este domingo grupos de defensa de los derechos humanos.
Según la ONG Amnistía Internacional, Irán se "prepara para ejecutar" a Mahan Sadrat, de 22 años, tras un juicio rápido y "sumamente injusto" durante el cual fue declarado culpable de haber sacado un cuchillo en las manifestaciones, unas acusaciones que desmintió ante el tribunal, informó la agencia de noticias AFP.
Condenado a muerte el 3 de noviembre, fue trasladado el sábado a la cárcel de Rajai Shahr de Karaj, cerca de Teherán, "lo que hace temer una ejecución inminente", alertó la ONG, con sede en Reino Unido.
Irán vive una ola de protestas tras la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años fallecida tras ser arrestada por la policía de la moral por vulnerar el código de vestimenta, que obliga a las mujeres a llevar velo.
Al menos 458 personas murieron en la represión de las manifestaciones, según el último balance de la ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, y al menos 14.000 fueron detenidas, según la ONU.
El jueves, Mohsen Shekari, un hombre de 23 años declarado culpable de haber atacado y herido a un paramilitar, fue ejecutado, al cabo de un juicio que varios grupos de defensa de los derechos humanos tacharon de "farsa".
Otras 10 personas fueron condenadas a la pena capital por su participación en las manifestaciones, que el poder califica de "disturbios", informó la autoridad judicial iraní.
Según IHR, esta condena fue confirmada por el Tribunal Supremo, lo que hace que pueda llevarse a cabo. "Como los otros condenados a muerte, se le rechazó cualquier acceso a su abogado" durante todo el proceso.
Además, el actor de teatro iraní Hossein Mohammadi, de 26 años, también fue condenado a muerte por un tribunal en Irán por protestar contra el régimen.
Su ejecución es inminente, escribió este domingo el periodista de la cadena de noticias británica BBC Monitoring Khosro Kalbasi Isfahani en Twitter, y publicó imágenes del artista durante una actuación en el teatro.
Mohammadi fue detenido el 5 de noviembre y es una de las cinco personas condenadas a muerte por un tribunal de Karaj, informó la agencia de noticias ANSA.
El sábado la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) denunció que un manifestante iraní fue sentenciado a muerte y que otro corre podría ser ejecutado en el marco de los procesos judiciales iniciados en Teherán contra los detenidos en las protestas por la muerte de Amini.
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La delegación de Amnistía en Irán reveló en su cuenta en Twitter que las autoridades dispusieron sentencia sobre Sahand Nurmohamad-Zadeh, un joven condenado a muerte por "derribar barandillas de carreteras y prender fuego a cubos de basura y neumáticos" durante una protesta, lo que fue interpretado como un intento por "perturbar la paz y enfrentarse al Estado Islámico".
Esa sentencia a muerte fue dictada tras un "simulacro de juicio exprés", indicó Amnistía.
Amnistía también advirtió que las autoridades iraníes se preparan para ejecutar al manifestante de 22 años Mahan Sadrat Madani solo un mes después de "un juicio manifiestamente injusto" ante un Tribunal Revolucionario en Teherán el 3 de noviembre. Y, alertó que este muchacho fue llevado hoy a la prisión de Raja"ai Shahr en la ciudad de Karaj, "lo que genera la preocupación de que su ejecución es inminente".
Amnistía y IHR también mencionaron el caso de Hamid Gharehasanlu, un médico condenado a muerte, que, según ellos, fue torturado durante su detención y cuya esposa fue obligada a testificar contra él.
Para el director de IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam, la respuesta internacional tienen que ser "más fuerte que nunca" para impedir estas ejecuciones.
Pero los activistas de derechos humanos y las ONGs quieren que los gobiernos adopten una respuesta más fuerte, que vaya incluso hasta romper las relaciones diplomáticas con Irán o la expulsión de los enviados especiales iraníes en los países occidentales.
"Irán es el país que más condenas a muerte lleva a cabo, sólo por detrás de China, según Amnistía Internacional. Más de 500 personas fueron ejecutadas en 2022, según IHR."
La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó la semana pasada que más de 300 personas han muerto desde el inicio de las protestas contra la muerte bajo custodia de Amini, en el que supuso el primer balance oficial desde el inicio de las movilizaciones.
Irán aseguró el viernes que actuó con "moderación" frente al movimiento de protesta que se sostiene desde hace tres meses.
"Irán hizo gala de la mayor moderación", se defendió el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado en respuesta a los repudios generados tras la ejecución de Shekari.
Varios países occidentales, así como la Unión Europea y la ONU, condenaron la ejecución de Shekari. Canadá y Reino Unido impusieron sanciones a altos funcionarios iraníes. Human Right Watch resaltó que Shekari fue "sentenciado a muerte en una farsa judicial sin un debido proceso".