Sandra A, la empleada de la Legislatura que está imputada por los presuntos abusos sexuales a la ex pareja de Cacho Garay, Verónica Macías, llegó al país y fue detenida en el aeropuerto de Mendoza.

De allí fue trasladada al Polo Judicial donde, luego de una audiencia judicial, se le otorgó la detención domiciliaria a través del pago de una fianza, que se fijó en 1 millón de pesos.

La mujer sospechada de participar de fiestas sexuales, en la que aparentemente Macías era obligada a sumarse, pidió acceder a este beneficio y dijo no conocer a la denunciante.

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"Nunca ha tomado ni un café con ella", comentó Carlos Moyano, el abogado defensor de Astudillo, y así reconfirmó que no existe un vínculo entre las dos mujeres. Asimismo, Moyano agregó que no hay pericias psicológicas ni nada similar, la empleada de la Legislatura llegó a esta situación únicamente por la denuncia de Macías.

En cuanto al supuesto vínculo amoroso que unió a Astudillo con Garay, el abogado defensor de ella como también el del hombre confirmaron que sí existió unos 12 años atrás. "Nos parece raro que denuncie un hecho de hace más de 10 años", continuó al respecto.

CÓMO CONTINÚA LA SITUACIÓN DE CACHO GARAY

Durante la jornada del día de hoy, el abogado defensor de Cacho Garay, Daniel Romero, aseguró que se ordenó un cuarto intermedio. Esto con la idea de que la señora Verónica Macías y sus defensores confirmen la existencia de una llamada que Cacho Garay habría realizado a su exmujer el pasado 16 de mayo y de la cual aún no hay pruebas contundentes.

Sobre esto, Romero sumó que el humorista había dado de baja ese número telefónico unos veinte días antes de la supuesta llamada, además aseguró que la querella no tiene el poder de ordenar la detención del acusado por lo que pudo volver a su domicilio utilizando pulsera electrónica.

Más allá de poder seguir con el beneficio de prisión domiciliaria, su situación se complica cada vez que surjan este tipo de acusaciones aunque aún no hay pruebas suficientes para incriminarlo. 

Por el momento, y hasta el día del juicio, Cacho Garay seguirá usando la pulsera electrónica y con prisión domiciliaria.