La Argentina retrocedió en 2021 un total de 18 casilleros en el Índice de Percepción de la Corrupción realizado por la ONG Transparencia Internacional, quedando en el puesto 96 entre 180 países.

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Este estudio se construyó a partir de datos de 13 fuentes externas: encuestas y evaluaciones realizadas por varias instituciones que incluyen especialistas en la materia, empresarios y consultoras.

En 2021 el país obtuvo 38 puntos de los 100 posibles y no logró superar la puntuación media de la tabla mundial, que es de 43.

En el 2020, en el índice que mide el nivel de percepción de la corrupción en el sector público, Argentina alcanzó 42 puntos y se ubicó número 78.

El 2021, signado por la pandemia de coronavirus, implicó una recaída para la Argentina luego del primer año en la Casa Rosada de Alberto Fernández. El mejor desempeño lo obtuvo en 2019, cuando subió 19 posiciones con 45 puntos. Ese último año de la gestión de Mauricio Macri, Argentina quedó en el puesto 66. La peor performance fue en 2015, cuando apenas alcanzó 32 puntos y quedó en el puesto 107.

“Creemos que este resultado está influenciado por diferentes motivos. En primer lugar, por los intentos de reformas en el sistema de Justicia, especialmente el proyecto que intentó modificar el Ministerio Público Fiscal. Pero, especialmente, el comienzo irregular y discrecional del reparto de vacunas por parte del Poder Ejecutivo, y el acontecimiento de la fiesta privada del Presidente”, afirmó Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, capítulo argentino de Transparencia Internacional, a Infobae.

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El informe concluyó a nivel general que la lucha contra la corrupción se encuentra estancada “en un entorno de abusos a los derechos humanos y deterioro de la democracia”. El 86% de los países evaluados no mostró ningún progreso en los últimos diez años y 154 países han sufrido un deterioro o no han avanzado sustancialmente.