De no lograr la confirmación de Fernández, Estados Unidos celebraría una cumbre sin México, Argentina, Bolivia y Brasil -aún sin confirmación oficial-, lo que dejará un mensaje de debilidad del Gobierno de Biden al mundo.
Con el objetivo de asegurar la presencia de la mayor cantidad de mandatarios latinoamericanos en la Cumbre de las Américas, el presidente estadounidense Joe Biden envió a su hábil negociador y amigo íntimo, Christopher Dodd a convencer en persona a Alberto Fernández, quien aún no confirmó su presencia.
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El ex senador demócrata y actual Asesor Especial para la Cumbre de las Américas viene de conquistar la presencia del chileno Gabriel Boric y de hablar mano a mano con el presidente brasilero Jair Bolsonaro. Su única negativa fue la de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ya oficializó que no estará en la cumbre al igual que Xiomara Castro de Honduras, Luis Arce de Bolivia y Alejandro Giammattei de Guatemala.
El argumento de las ausencias gira en torno a la negativa de Estados Unidos a invitar a la Cumbre, que se realizará en Los Ángeles el 8 y 9 de junio, a Cuba, Venezuela y Nicaragua, tras considerarlos regímenes antidemocráticos y "violadores de derechos humanos". En el marco de este debate, fueron varios los líderes de la región que se manifestaron en contra de celebrar un encuentro de alto nivel con la ausencia de estos países.
Alberto Fernández, presidente pro témpore de la CELAC, se declaró en sintonía, pero aún no descartó su presencia. Tras su confirmación al G7 en Alemania, Dodd visitará al mandatario hoy, a las 15, en una reunión en la que se espera la presencia del secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz.
De no lograr la confirmación de Fernández, Estados Unidos celebraría una cumbre sin México, Argentina, Bolivia y Brasil -aún sin confirmación oficial-, lo que dejará un mensaje de debilidad del Gobierno de Biden al mundo.