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Los chats de Chocolate Rigau complican a dirigentes massistas

Los chats revelan que había empleados que no sabían ni lo que cobraban ni el trabajo que desempeñaban.

Martes, 14 de Noviembre de 2023

El contenido del teléfono celular del puntero del PJ Julio “Chocolate” Rigau complica a los dirigentes massistas Claudio Albini, exsubsdirector de Personal del organismo, y su hijo, el concejal platense y apoderado del Frente Renovador, Facundo Albini.

Los chats revelan que había empleados que no sabían ni lo que cobraban ni el trabajo que desempeñaban, que el dinero debía ser rendido sin faltantes a Claudio Albini, y en un caso que reclamaban que le den de baja en la Cámara de Diputados proque el estar en blanco le impedía cobrar las asignaciones sociales.

De esas conversaciones, a las que accedió LA NACION, surge que Rigau cobraba 200.000 pesos por mes para ocuparse de la recaudación de casi medio centenar de empleados ñoquis, dejarles parte del dinero a ellos y el resto “rendirlo” al massista Claudio Albini.

Esta última conversación con Albini es del 28 de agosto pasado. Rigau cayó preso por primera vez el 9 de septiembre pasado. Fue luego liberado porque anularon la causa en su contra. Sin embargo, cuando ese fallo fue revocado, el puntero peronista volvió a la cárcel donde se encuentra ahora.

Las charlas son la evidencia a partir de la cual la fiscal Betina Lacki sustentó la acusación contra Claudio Albini de ser el jefe de una asociación ilícita. Y también sobre las que se apoyan las acusaciones contra su hijo Facundo Albini, Rigau y los dueños de las tarjetas de débito como integrantes de esa asociación ilícita.

El 24 de agosto pasado desde el contacto “Facu”, que corresponde al celular de Facundo Albini, le mandan un mensaje a Rigau a las 10.41. “Llamame, es urgente”. Y el interlocutor le insiste en que quiere comunicarse. Rigau le dice “estoy con Mecha” y le cuenta que se complicaron las cosas para rendirle porque “entraron algunos descuentos en varias tarjetas”.

Como Rigau no lo llama, Albini se intranquiliza y, tras insistirle varias veces, señala. “Necesito urgente un nombre para la muni”. Ante el silencio, ya el día 26 de agosto, Albini escribe en mayúsculas “LLAMÁME, vos me estas tomando de Gil”.

Albini busca conectarse con el puntero y le ofrece hasta terminar la relación en buenos términos, pero como no obtiene respuesta, ya harto, el 27 de agosto le reclama: “Te llevás 200 por mes hace 3 años y cuando te necesito no estás”. Y va mas allá: “Siento que me estás faltando el respeto y a la amistad que tenemos”. Y añade: “No quiero terminar mal con vos, pero no quiero que me tomes por idiota, me estás faltando el respeto a mí, a los compañeros y lo están notando todos”.

Con información de La Nación