Según la Organización Mundial de la Salud, la toxina botulínica es una de las sustancias más mortales que se conocen, y es la causa del botulismo, del cual existen diversos tipos, pero se dan dos principalmente. Una familia de Junín se vio afectada por el consumo de una conserva casera lo que desembocó en la internación de sus integrantes, en el Hospital Perrupato. Lamentablemente, luego de una semana de tratamiento médico, uno de ellos perdió la vida. 

El botulismo, motivo de internación de la familia de Barriales, fue un caso de toxiinfección alimentaria, a causa de la preparación de conservas caseras, de esa manera el germen que produce la enfermedad, produce también la toxina en el lugar donde estó elaborada la conserva, si la ingerimos nos enfermamos. Así lo explicó la Dra. María Laura Piovano, médica pediatra y jefa de la Sección de Terapia Intensiva del Hospital Humberto Notti en Aurora 91.3 y agregó que: “Esta toxina se une a las terminales nerviosas que son las que dan las órdenes a nuestros músculos para que se muevan, lo que provoca es una parálisis de los músculos, principalmente los respiratorios que finalmente es lo que lleva a la muerte” 

La Dra. Piovano comentó que existe otra modalidad de contagio más frecuente en Mendoza, en el país e incluso en el mundo, y es el botulismo del lactante. “Se produce otro mecanismo, directamente lo deglute del ambiente y dentro del intestino se produce la formación de la toxina. Es un germen que está en el suelo, en nuestro casa, que vivimos en zona árida y que incluso tenemos viento zonda, permite que estas esporas se levanten e ingresen al organismo del bebé. La mejor prevención es evitar exponerse a ambientes muy ventosos, con tierra, no barrer levantando polvo o utilizando trapos húmedos, poner rollos de tela humedecida en los ingresos de aire, evitar el uso de chupete o de infusiones caseras, ya que el agua caliente o hervida no mata a estas esporas”, indicó la pediatra. 

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En el caso del botulismo alimentario, la persona se presenta con dificultad para tragar o hablar, boca seca, debilidad facial en ambos lados del rostro, visión borrosa o doble, caída de los párpados, problemas para respirar, náuseas, vómitos, calambres abdominales y parálisis. La Dra. María Laura Piovano indicó que: “Siempre existe el antecedente de haber ingerido una conserva, y por lo general siempre lo presenta mas de un integrante de familia. Dentro de las 12 o 24 horas. Si la persona es pequeña, o de bajo peso, la evolución es rápida y en pocas horas puede perder la vida incluso sin antes poder tener el diagnóstico” 

En el caso del botulismo del lactante es importante tener en cuenta las señales de alerta. El bebé tiene dificultad para succionar durante el amamantamiento, esta decaído, quejoso, están constipados o por ejemplo no logra mantener la cabeza erguida, entre otros síntomas. Lo primordial es hacer la consulta con el profesional inmediatamente. El tratamiento depende de la gravedad. Los más preocupantes producen insuficiencia respiratoria, y su tratamiento soporte es en terapia intensiva junto a la aplicación de la misma antitoxina para el botulismo alimentario, aunque tiene menos incidencia. Los de media y baja gravedad, reciben un tratamiento de sostén. Generalmente son niños con dificultades para deglutir por lo que deben utilizar una sonda nasogástrica para alimentarse, van a tener dificultades para tener una tos efectiva, para manejar o voluminar sus propias secreciones de la vía respiratoria por lo que seguramente tendrán que recibir asistencia de kinesioterapia en internación o ambulatorio, dependiendo de la accesibilidad que tengan a un centro de salud. 

“En Mendoza, el año pasado solo hubo doce casos, es poco frecuente. Por el tipo de clima y suelo, somos quienes más casos tenemos, nos siguen Buenos Aires y Bahía Blanca. Luego siguen San Juan, La Rioja y Salta”

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