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Salud y Ciencia Consecuencias

El último efecto secundario del cambio climático: provoca arañas enfadadas

Un estudio ha revelado que los fenómenos climatológicos extremos, conocidos como cisne negro, provocan una mayor agresividad entre algunas especies de arácnidos

Martes, 20 de Agosto de 2019
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Los científicos llevan años hablando de los devastadores efectos del cambio climático y los terribles impactos que tendrá sobre la vida en la Tierra. Esta misma semana Islandia llevaba a cabo un funeral por la extinción de un glaciar para alertar de las consecuencias del calentamiento global, mientras los investigadores siguen pidiendo medidas urgentes para poner freno al problema.

Fenómenos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, pérdida de la biodiversidad al desaparecer especies enteras o un crecimiento del nivel del mar, por el deshielo de los glaciares, son solo algunas de las consecuencias más conocidas del cambio climático. Pero ahora, los científicos han encontrado una más: las arañas se están volviendo furiosas.


Un nuevo estudio, publicado en la revista científica Nature, ha revelado que las arañas que sobreviven a los fenómenos climatológicos más adversos se vuelven más agresivas. Esos fenómenos son conocidos entre los investigadores como los ‘black swan’ o cisne negro, porque no tienen precedentes en su ferocidad, y tienen un gran impacto entre muchas especies animales.

Arañas furiosas

Jonathan Pruitt, biólogo evolutivo de la Universidad McMaster, explica a Science Alert que “es tremendamente importante comprender los impactos ambientales de estos eventos climáticos del "cisne negro" en la evolución y la selección natural. A medida que aumente el nivel del mar, la incidencia de tormentas tropicales solo aumentará. Ahora más que nunca tenemos que lidiar con los impactos ecológicos y evolutivos de estas tormentas para los animales".

Y la prueba fehaciente de lo que dicen los científicos estaría en la Anelosimus studiosus, una araña que vive en el continente americano y que estaría sufriendo directamente las consecuencias del cambio climático. Se trata de una especie de arácnido que muestra dos comportamientos distintos: unas más tranquilas y otras más agresivas. Y, aunque ambas comparten espacio, cuantas más arañas agresivas haya en una colonia, más agresiva será ésta.

Los científicos que llevaron a cabo el estudio tomaron muestras de una colonia antes de que se produjera una tormenta y 48 horas después de que ésta tuviera lugar. En total se estudiaron 240 colonias de arañas distintas en tres zonas diferentes que fueron arrasadas por ciclones y los resultados fueron esclarecedores.

Después de cada gran tormenta, las arañas que sobrevivieron eran mucho más agresivas que antes de ese fenómeno climatológico

La tasa de supervivencia a los ciclones fue muy alta, alcanzando el 75,42 % de las colonias. Pero tanto la cantidad de huevos producidos como la tasa de supervivencia de las arañas disminuyó, dependiendo del tipo de colonia: las que tenían un mayor porcentaje de arañas agresivas tuvieron los mejores resultados, produciendo más huevos y con más porcentaje de supervivencia; mientras las más tranquilas sufrieron más las consecuencias de los ciclones tropicales.

Aunque no es definitivo, creen que la razón por la que sobrevivieron más arañas agresivas es por la disminución en los recursos alimentarios que se produjo después de las tormentas. Los científicos también creen que las arañas madres estarían demasiado ocupadas buscando comida y protegiendo la colonia que cuidando de sus crías, por lo que éstas desarrollarían nuevas habilidades de supervivencia. Sea como fuere, la investigación ha confirmado que después de cada gran tormenta, las arañas que sobrevivieron eran mucho más agresivas que antes de ese fenómeno climatológico.