Dormir en horarios irregulares durante las vacaciones puede desajustar el reloj biológico.
Las vacaciones son un periodo esperado para desconectar de las rutinas diarias, reducir el estrés y recuperar energías. Sin embargo, muchas personas experimentan dificultades para descansar adecuadamente durante este tiempo, ya sea por cambios en los horarios, ajustes en el entorno o hábitos poco saludables.
"En las vacaciones existe la posibilidad de que cambios en la exposición a la luz natural, diferentes horarios para dormir, mayor consumo de comida y/o alcohol o días muy cargados de actividades puedan repercutir sobre la calidad y cantidad del descanso. Siguiendo con esta idea, es importante no perder de vista que un adecuado descanso no solo promueve la salud física y emocional de las personas, sino también es indispensable poder aprovechar las vacaciones y recargar energías antes del retorno a las responsabilidades, independientemente de la etapa de la vida en la que cada uno se encuentre", sostuvo la licenciada Julieta Del Negro, licenciada en Psicología y miembro del equipo de Psicoterapia de INECO.
*Grupo INECO es una organización dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. A través de su Fundación INECO, investiga el cerebro humano.
A continuación, la licenciada Del Negro presentó ocho recomendaciones respaldadas por la ciencia para optimizar el sueño y disfrutar al máximo del descanso vacacional.
Recomendaciones:
Mantener una rutina de sueño regular: Aunque las vacaciones invitan a flexibilizar los horarios, es importante intentar acostarse y levantarse a la misma hora todos los días para regular el reloj biológico.
Crear un ambiente propicio para el sueño: Un entorno oscuro, fresco y silencioso facilita la conciliación del sueño. Se recomienda reducir el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
Cuidar la alimentación: Evitar comidas copiosas o estimulantes cerca de la hora de dormir ayuda a prevenir interrupciones en el sueño.
Limitar el consumo de alcohol y cafeína: Estas sustancias pueden alterar los ciclos de sueño, dificultando un descanso profundo y reparador.
Realizar actividad física moderada: El ejercicio regular contribuye a mejorar la calidad del sueño, siempre que se realice varias horas antes de acostarse.
Practicar técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ayudar a reducir el estrés y preparar el cuerpo para descansar.
Exponerse a luz natural durante el día: La luz solar ayuda a regular los ritmos circadianos, favoreciendo un ciclo de sueño-vigilia saludable.
Escuchar las señales del cuerpo, respetar las sensaciones de sueño y cansancio: Esto es fundamental para evitar la acumulación de fatiga.
En síntesis, las vacaciones ofrecen una oportunidad única para establecer hábitos de sueño más saludables. Adoptar estas recomendaciones no solo mejorará el descanso durante este periodo, sino que también puede generar beneficios sostenibles a largo plazo para la salud física y mental.
Fuente: Infobae