El paso de los años hace que este órgano pierda elasticidad y se vuelva más sensible a factores externos. La temperatura elevada es uno de ellos.
Durante las altas temperaturas, el cuidado adecuado de la piel se vuelve esencial para evitar daños.
Cuidar la piel de los adultos mayores no solo implica protegerla del sol, sino también mantenerla hidratada y saludable en climas cálidos. Los hábitos diarios son clave para prevenir problemas mayores.
Por qué la piel de los adultos mayores es más vulnerableCon el envejecimiento, la piel pierde colágeno y se vuelve más fina, lo que la hace más propensa a lesiones, sequedad y quemaduras solares. Según la American Academy of Dermatology (AAD), esta vulnerabilidad aumenta durante el verano debido a la radiación ultravioleta (UV) y la deshidratación.
Además, la sudoración disminuye con la edad, lo que dificulta la regulación de la temperatura corporal. Esto puede derivar en golpes de calor y daños cutáneos si no se toman las precauciones adecuadas.
Factores que afectan la piel en verano:
- Disminución de aceites naturales, causando sequedad.
- Mayor sensibilidad a los rayos UV, aumentando el riesgo de cáncer de piel.
- Pérdida de elasticidad, favoreciendo la aparición de arrugas y manchas solares.
- Fragilidad capilar, causando hematomas ante pequeños golpes.
Consejos para proteger la piel