El pronóstico de precipitaciones se cumplió al inicio del mes, pero lo que captó la atención de los mendocinos fue la marcada diferencia de intensidad: un fenómeno hiperlocalizado que descargó un caudal casi récord al pie de la montaña.
El comienzo de diciembre llegó con un particular fenómeno atmosférico en algunas zonas del Gran Mendoza. Si bien la llegada de las lluvias estaba en el radar, lo que llamó poderosamente la atención fue la característica de la precipitación: sumamente concentrada e intensa a la vera del piedemonte, mientras que en áreas como Guaymallén e inmediaciones del aeropuerto apenas se registró una llovizna. La disparidad en la cantidad de agua caída entre puntos cercanos generó un interrogante generalizado en la provincia.
Para entender la magnitud de este evento, el doctor en Ciencias de la Atmósfera, Maximiliano Viale, aportó las cifras clave. El especialista explicó que si bien el evento de lluvia en sí no fue sorpresivo, su focalización sí lo fue. En poco más de una hora, la estación del Mendoza Observatorio —ubicada al lado del Club Hípico, en el Parque General San Martín— registró la impactante cifra de 24 milímetros de precipitación.
Esa medición representa un caudal extraordinario, ya que es prácticamente un octavo de lo que llueve en todo un año en la región. El contraste se dio a muy pocos kilómetros de distancia y con solo 150 metros de diferencia de altura: la estación del aeropuerto El Plumerillo midió, en el mismo lapso, apenas 1,5 milímetros.
Según Viale, el tipo de lluvia que se hizo presente es conocida técnicamente como "tormenta estratiforme", que se caracteriza por ser gradual y sostenida en el tiempo, sin la violencia o brusquedad de otras precipitaciones. No obstante, el doctor enfatizó que lo realmente llamativo fue la locación y la marcada diferencia entre las zonas puntuales.
De esta manera, las zonas que experimentaron la mayor cantidad de agua caída fueron los sectores oeste de Godoy Cruz y la Ciudad de Mendoza, especialmente en los puntos cercanos a la montaña. El fenómeno meteorológico de alta concentración dejó en evidencia la sensibilidad del piedemonte mendocino ante este tipo de eventos localizados.