Mendoza, de de
Mendoza, de de
La provincia registró picos de más de 35°C, liderando el ranking nacional, pero el pronóstico advierte sobre un brusco cambio de tiempo con tormentas y posible granizo.
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Luego de un breve respiro durante el fin de semana, la primera semana de diciembre ha regresado con toda la intensidad del verano mendocino. A mitad de semana, la provincia se ubicó en el tope del ranking nacional de temperaturas, con picos que treparon hasta los 35.4°C en algunas zonas. Localidades como San Rafael, Malargüe y San Martín registraron las marcas más elevadas del país, confirmando que la región atraviesa otra ola de calor extremo.
Este miércoles, los datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmaron el liderazgo de Mendoza. San Martín marcó 35.4ºC y San Rafael 34.2ºC, ubicándose entre las más altas a nivel nacional, superando el promedio general de 34.7°C de las estaciones provinciales. La mala noticia para quienes buscan alivio es que el calor persistirá hasta este jueves, con máximas que se esperan nuevamente entre 35 °C y 36 °C.
Sin embargo, se espera un brusco cambio de tiempo durante la tarde del jueves 4 de diciembre. Si bien la jornada amanecerá despejada, la nubosidad comenzará a ingresar por la franja Oeste de la provincia a partir de las 13 horas. La convección y el inicio de las tormentas de lluvia se prevén para las 15 horas, afectando primero al Oeste del Gran Mendoza.
Cerca de las 16 horas, las condiciones de inestabilidad se extenderán hacia la Zona Sur y el Valle de Uco. La alerta más importante la emite el SMN por la no descartable caída de granizo, especialmente en áreas productivas y urbanas de Gran Mendoza, la zona Sur y el Valle de Uco.
Se estima que estas tormentas podrían persistir hasta la medianoche, lo que marcaría un breve respiro de las altas temperaturas. Para el jueves, la máxima pronosticada se mantiene en 35 grados, con una mínima de 22 grados que podría descender ligeramente tras el paso de las precipitaciones.
La situación climática requiere de máxima atención por parte de la población, tanto para prevenir los efectos de la ola de calor que azota la provincia como para tomar precauciones ante el potencial riesgo de granizo en la tarde-noche.
