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Cómo elegir una paleta de colores para que tu casa se vea más luminosa

La elección del color influye directamente en la claridad y amplitud visual de un ambiente. Consejos prácticos para combinar tonos, aprovechar la luz natural y lograr interiores más luminosos.

Domingo, 7 de Diciembre de 2025

La luminosidad de un ambiente no depende solo de cuánta luz natural recibe: también está condicionada por los colores que lo rodean. Tonos demasiado saturados o contrastes fuertes pueden absorber la luz y generar sombras duras, mientras que una paleta adecuada puede convertir un espacio común en un entorno amplio, fresco y visualmente equilibrado.

El rol del color en la percepción de la luz

En diseño de interiores, el color funciona como un modulador de luz. Las superficies claras reflejan mayor cantidad de iluminación, mientras que las oscuras la absorben. Por eso, la base de cualquier proyecto luminoso suele construirse con tonos suaves, que permitan que la luz se distribuya de forma pareja.

Tonos neutros: la base para ampliar ambientes

Los colores neutros -blancos cálidos, cremas, beige, grises suaves- son ideales para generar sensación de amplitud. Funcionan como "pantallas" que devuelven la luz y reducen el contraste entre superficies. Incluso pequeñas variaciones dentro de la misma gama aportan profundidad sin comprometer la claridad.

Colores fríos, aliados de la frescura visual

Los celestes, verdes suaves y grises azulados reflejan la luz de forma homogénea y transmiten calma. Son especialmente útiles en ambientes donde el sol no entra de manera directa, ya que aportan una percepción de frescura y mayor apertura.

El contraste controlado

Si bien los tonos claros ayudan a iluminar, un espacio completamente blanco puede volverse plano. Por eso, los diseñadores recomiendan sumar puntos focales con colores más intensos, pero sin saturar. Estos contrastes leves -un mueble, una lámpara o una pared destacada-permiten ordenar visualmente el ambiente y evitar la monotonía.

Cómo influye la orientación de la casa

La paleta adecuada también depende del recorrido del sol:

Orientación norte (en el hemisferio sur): recibe luz pareja y admite colores fríos o neutros claros.

Este: ideal para tonos cálidos que acompañen la luz suave de la mañana.

Oeste: conviene evitar colores oscuros, ya que el sol de la tarde es muy intenso.

Sur: se recomienda una paleta clara y cálida para compensar la falta de luz directa.

Materiales que potencian la luminosidad

El color no actúa solo: interactúa con la textura.

Pinturas mate evitan reflejos molestos.

Superficies satinadas devuelven más luz sin generar brillos excesivos.

Telas ligeras o translúcidas permiten suavizar la luz natural sin bloquearla.

Una combinación equilibrada de materiales ayuda a que la paleta elegida se exprese mejor.

Errores comunes al elegir colores

Usar demasiados tonos en un ambiente pequeño.

Elegir colores muy fríos en espacios con poca luz natural.

Generar contrastes fuertes que fragmentan visualmente la habitación.

Probar colores sin verlos en distintas horas del día.

Analizar cómo se comporta la luz a lo largo de la jornada es clave para evitar resultados inesperados.