El presidente Alberto Fernández anunció este martes el pago de un bono de $5.000 para jubilados y pensionados, con la finalidad de compensar la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación.

Según trascendió, la medida beneficiaría al 70% de los jubilados y pensionados (son unas 5 millones de personas), debido a que solo lo cobrarán hasta aquellos que ganen dos jubilaciones mínimas ($46.130). El 30% restante no recibirá el pago extra por lo que, como viene pasando desde el año pasado, deberá seguir absorbiendo la totalidad de la pérdida que se acumulará en los primeros ocho meses del año.

La inflación del primer semestre del año superará el 25% mientras que las jubilaciones -luego de la sanción de la nueva Ley de Movilidad- tuvieron un alza inferior.Fue del 21,2%, desglosado en un 8,07% en el primer trimestre y el 12,1% en el segundo.

En julio la jubilación mínima pasó a ser de $23.064. Con el bono de $5.000, ese universo percibirá en agosto $ 28.065. En septiembre no habrá un plus extra (no se integra al haber), pero todas las jubilaciones y pensiones tendrán el aumento trimestral que corresponde otorgar a partir de ese mes.

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No es la primera vez en el año que el gobierno nacional apuesta a un bono para compensar el desfasaje entre las jubilaciones y los aumentos de precios. Ya lo hizo en abril y mayo, cuando se otorgaron dos bonos de $1.500 cada uno.

Hay que recordar que en marzo, cuando se aplicó por primera vez la nueva Ley de Movilidad, -que no contempla ninguna compensación por inflación pero no impide que el Gobierno otorgue bonos extraordinarios-, el aumento fue del 8,07% contra 11,33% que había sido la inflación entre octubre y diciembre de 2020.