Alejandro Rosario Manuel Leguizamón, de 55 años, fue encontrado culpable de los cargos de abuso sexual con acceso carnal reiterado.
Un empresario fue condenado este jueves a 50 años de prisión por el abuso sexual de cuatro de sus hijas, informó el abogado de las víctimas. Fue condenado por abuso sexual, abuso sexual gravemente ultrajante y reiterado (tres hechos) y abuso sexual con acceso carnal reiterado en nueve oportunidades.
Alejandro Rosario Manuel Leguizamón (55 años), dueño de una fábrica de membranas en Castelar, Buenos Aires, se había dado a la fuga cuando las víctimas lo denunciaron en abril de 2016. Finalmente fue detenido tres años después.
"Pudimos probar todo", dijo el abogado Yamil Castro Bianchi, sobre la condena a 50 años que fue requerida también por el fiscal Pablo Masferrer, y destacó que "es ejemplar y marca un antecedente".
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Durante la sentencia, el acusado estuvo ausente. Pero sus hijas, que vivieron un verdadero calvario durante mucho tiempo y actualmente tienen 32, 30, 29 y 27 años, estallaron en llanto al escuchar el fallo.
Leguizamón negó todo en el inicio del juicio y hasta acusó a su exesposa por armar un supuesto plan con sus hijas para perjudicarlo y dejarlo sin nada. Sin embargo, tras el relato de una de las víctimas, el hombre causó escalofríos con su defensa: “A veces se me iba la mano”.
De acuerdo a lo que contó la mayor de las jóvenes, el hombre le escribió una carta proponiéndole ser su pareja. “Lo mío con vos no es abuso, es incesto. Yo estoy enamorado de vos”, fueron las palabras del empresario a su hija. Eso motivó la denuncia y el inicio de una larga investigación que llegó a su fin con la condena.