El operativo fue ordenado por el juez Villena. La causa está bajo secreto de sumario pero no hay órdenes de detención para ninguno de los que viajaban en la aeronave.
Por orden judicial, se realizó un allanamiento en el Hotel Plaza Canning Design, donde están alojados los tripulantes iraníes y venezolanos que viajaban en el avión retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
El operativo fue encabezado por la Policía Federal con el apoyo de la Bonaerense. Los agentes revisaron las habitaciones donde se alojaron los extranjeros y secuestraron teléfonos, pendrives, computadoras y documentación, incluidos los pasaportes de los iraníes.
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Villena resolvió la retención de los pasaportes sólo de los iraníes por el término de 72 horas y además ordenó que cualquier movimiento que registre la aeronave le sea informado de inmediato. El avión continúa varado por falta de combustible, ya que ninguna de las empresas proveedoras accedió a reabastecerlo.
No obstante, si consiguiera cargar combustible, la aeronave debería contar con la autorización del juez, pese a que por el momento no pesa sobre ella ninguna restricción. Tampoco los 14 venezolanos que llegaron en el avión tienen restricciones sobre la posibilidad de salir del país.
Los venezolanos explicaron que formaban parte de un equipo que recibía instrucción de vuelo sobre la aeronave, vendida recientemente por una empresa iraní a Venezuela. De hecho, el piloto y copiloto de la nave son de nacionalidad iraní.
El origen de la polémica
El avión arribó a la Argentina el lunes pasado proveniente de México con destino Ezeiza, según los registros que se encuentran en la Justicia. El miércoles último despegó del aeropuerto internacional y tras sobrevolar el Río de La Plata durante 20 minutos aterrizó nuevamente en la misma terminal porque Uruguay no habilitó su aterrizaje.
Según los “flight records” recientes de la aeronave, estuvo en los últimos 15 días en Paraguay, Bielorrusia, Teherán y Moscú, mientras que tendría actualmente vedado el uso de los espacios aéreos de Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile.
Las sospechas están fundadas en que la aeronave pertenecía hasta hace muy poco a la empresa iraní Mahan Air, sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los Estados Unidos. Por ese motivo, varias agencias internacionales vienen siguiendo hace meses el recorrido del avión. De acuerdo a más registros, el avión se encontraba haciendo base en Caracas desde enero pasado.