En el artículo 95 de dicha ley, se anuncia: “Al finalizar los estudios de educación secundaria el Estado Nacional tomará un examen censal obligatorio que mida los aprendizajes adquiridos y las capacidades desarrolladas por los adolescentes que egresan. El alumno tendrá derecho a conocer y recibir una certificación del resultado”.

Este es uno de los ajustes que busca introducir en el sistema educativo, que se basa en evaluaciones de varios tipos y en el manejo de datos sistematizados como base fundamental.

Otro cambio significativo que propone consiste en permitir estudios híbridos a distancia como alternativa a la educación presencial a partir de 4° grado. Esta opción estaría disponible desde el segundo ciclo del nivel primario, abarcando a menores de edad, jóvenes y adultos, y podría implementarse en diversas modalidades educativas.

Además, especifica que todos los estudiantes deberán someterse regularmente a evaluaciones en matemáticas y lecto-comprensión, además de otras evaluaciones que la autoridad de aplicación pueda determinar.

La formación y evaluación continua se considerarán dimensiones fundamentales para avanzar en la carrera profesional. Además, los graduados de carreras técnicas y de grado de la educación superior podrán incorporarse como docentes en el sistema educativo, sujeto a regulaciones establecidas con la intervención de órganos de gobierno a nivel nacional, ejecutivos y federales, y con la participación de entidades profesionales y académicas, así como de organizaciones gremiales y organismos de la sociedad civil.

“Evaluar a los docentes que se incorporan a la docencia mediante un examen que certifique las capacidades y conocimientos adquiridos. La evaluación periódica será una condición y un aliciente para poder desempeñarse como docente en el país (...) Revalidar las capacidades y conocimientos de docentes cada 5 años mediante un proceso de evaluación continua”, expresa en el documento.