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José de San Martín, 175 años después: la huella imborrable del Libertador de América

Este 17 de agosto se conmemora el Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín, fallecido en 1850. En esta nota, repasá su vida y legado.


Domingo, 17 de Agosto de 2025

Este 17 de agosto se conmemora el 175° aniversario de la muerte del General José de San Martín, considerado el Padre de la Patria y Libertador de gran parte de América. A continuación, conocé su vida, obra y legado en esta fecha que se recuerda a nivel nacional.

Se cumplen 175 años de la muerte de José de San Martín

José Francisco de San Martín y Matorras nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Corrientes. Fue el menor de los cinco hijos de Juan de San Martín y Gregoria Matorras. 

Gran parte de su carrera militar la desarrolló en España, adonde viajó a los seis años. Allí sirvió durante 22 años en el Ejército español y alcanzó el grado de teniente coronel. En 1812 regresó a las Provincias Unidas del Río de la Plata y trabajó al servicio de la causa independentista.

Su liderazgo creció rápidamente. Primero quedó al mando del Regimiento de Granaderos a Caballo y luego en la conducción del Ejército del Norte, en reemplazo de Manuel Belgrano. En 1817 encabezó una de las gestas más extraordinarias de la historia: el Cruce de los Andes, con el que abrió el camino a la libertad de Chile.

Tras comandar las victorias de Chacabuco y Maipú, logró la independencia de Chile y luego dirigió su campaña hacia Perú, donde proclamó la independencia en 1821 y recibió los títulos de Fundador de la Libertad, Fundador de la República y Generalísimo de las Armas. En Chile fue distinguido como Capitán General.

Un año después se produjo un hecho histórico: la entrevista de Guayaquil, donde San Martín se reunió con Simón Bolívar y le cedió parte de su ejército para completar la liberación de Perú y consolidar la independencia sudamericana.

De regreso en Buenos Aires, y desalentado por las luchas internas entre unitarios y federales, decidió exiliarse en Europa. Durante su estadía escribió las célebres "Máximas para Merceditas", dedicadas a su hija, en las que plasmó sus ideales de educación, moral y ciudadanía.

Finalmente, el Libertador falleció el 17 de agosto de 1850 en Francia. En su testamento expresó un deseo póstumo: "Desearía que mi corazón fuese depositado en Buenos Aires". Desde 1880, sus restos descansan en la Capilla Nuestra Señora de la Paz, en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, custodiados de manera permanente por los Granaderos a Caballo.