El presente de Boca Juniors, bajo la conducción dirigencial de Juan Román Riquelme, atraviesa uno de los momentos más críticos de los últimos años. En medio de una racha negativa de 12 partidos sin victorias y con el club envuelto en incertidumbre institucional, la tensión se trasladó a Mendoza.

Durante la madrugada del domingo aparecieron pasacalles con fuertes mensajes dirigidos a los futbolistas en la puerta del hotel donde el equipo pasa la noche.

Los carteles reflejan el creciente malestar de los hinchas, que no sólo apuntan al flojo rendimiento deportivo, sino también al clima de inestabilidad dirigencial que atraviesa el club de la ribera.

El episodio se da en la previa del partido de esta noche, cuando desde las 20:30 horas el Xeneize enfrente a Independiente Rivadavia en Mendoza. Un compromiso que se jugará bajo un clima de tensión y presión extra para un plantel que aún no encuentra respuestas dentro del campo de juego.

Alejandro Veiga, prosecretario de Boca Juniors, se refirió al presente del técnico Miguel Ángel Russo, que atraviesa su tercer ciclo al mando del equipo a los 69 años y aún no logró un triunfo desde su regreso.

En diálogo con Boca de Selección, Veiga sostuvo: "Lo veo muy bien y muy contento, muy metido en Boca. Tampoco me hago el distraído: sé que es un hombre que está transitando una enfermedad y que está luchando contra eso".

Russo padece una enfermedad desde 2017, con distintos altibajos en estos años. Según el dirigente, su experiencia sigue siendo un activo importante para el club, aunque aclaró que la continuidad dependerá de su fortaleza personal.

"Debe analizarse cómo está él: si se ve fuerte, si está para seguir. Por supuesto que en Boca, así como lo fuimos a buscar, creemos que nos puede dar una salida en lo futbolístico", subrayó Veiga.