A pesar de este indicio genético, la Justicia determinó que la demora en el proceso hizo inevitable la prescripción.
El caso por el crimen de Nora Dalmasso sufrió un revés tan sorpresivo como definitivo: la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2º Nombramiento de Río Cuarto dictó el sobreseimiento total de Roberto Marcos Barzola, la última persona formalmente imputada por el brutal asesinato ocurrido en 2006.
La resolución judicial declara extinguida la acción penal por el delito de "abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte" que se le atribuía. La razón es contundente: el paso del tiempo superó el límite legal establecido.
Según la documentación difundida por la Justicia de Córdoba, el tribunal consideró que, dado que el hecho se cometió en 2006, "han transcurrido casi 19 años", un lapso superior al máximo temporal que establece el Código Penal para la operatividad de la prescripción.
El fallo se fundamenta en el Artículo 62, inciso 2 del Código Penal (CP), el cual fija un plazo máximo de prescripción de 15 años para el delito imputado. Al superar ese límite, el tribunal hizo lugar a la excepción de falta de acción presentada por la defensa de Barzola, sellando el fin de la investigación en su contra.
Barzola, quien se desempeñaba como pulidor de pisos en la casa de Villa Golf al momento del crimen, había sido acusado formalmente en diciembre del año pasado. Su imputación se dio luego de que el fiscal Pablo Javega confirmara el hallazgo de huellas genéticas masculinas que resultaron compatibles con las pruebas de ADN encontradas en la bata y el cuerpo de la víctima.
A pesar de este indicio genético, la Justicia determinó que la demora en el proceso hizo inevitable la prescripción.
Además, la Cámara descartó el argumento de que la imposibilidad del esposo y del hijo de Dalmasso para actuar como querellantes (al haber sido imputados en su momento) pudiera suspender los plazos de prescripción.
Con esta decisión, la causa Dalmasso, que conmocionó al país y estuvo marcada por una larga lista de imputados que terminaron sobreseídos, parece haber encontrado un amargo punto final sin responsables condenados.